El banco español Santander anunció este jueves que cerrará 111 sucursales en el Reino Unido para finales de agosto, en respuesta al cambio de tendencia observado en sus clientes hacia los servicios móviles y de banca online.
Esa nueva tendencia se ha visto acelerada durante los últimos meses por la pandemia del coronavirus, si bien las transacciones efectuadas en oficinas cayeron en un tercio en los últimos dos años, antes del estallido de la crisis sanitaria, y bajaron otro 50 % en 2020, indicó el banco en un comunicado.
En cambio, las transacciones realizadas mediante teléfonos móviles y online han crecido en un 20 % cada año, y casi dos tercios de ellas son ahora digitales.
Tras los cierres anunciados, el Santander se quedará con una red de sucursales de 452 oficinas, aunque el banco ha indicado que espera encontrar roles alternativos para un número significativo de empleados que se verán afectados por la medida.
"El empleo de sucursales por los clientes ha caído de manera considerable en los últimos años, así que hemos tomado la difícil decisión de consolidar nuestra presencia en áreas donde tenemos múltiples oficinas que están relativamente muy cerca unas de otras", explicó Adam Bishop, responsable de sucursales del Santander.
Despidos "inevitables"
Bishop aseguró que la entidad proporcionará "apoyo a los clientes de las sucursales clausuradas", a fin de "encontrar maneras alternativas de efectuar operaciones bancarias con nosotros que se ajusten mejor a sus necesidades individuales".
"También estamos trabajando con nuestros sindicatos para apoyen a nuestros colegas que sufren estos cambios y encuentren papeles alternativos para aquellos que se vean impactados donde sea posible", dijo.
El directivo aseguró que la entidad continúa creyendo que las sucursales desempeñan "un importante rol" y que confían en que el tamaño de su red "continúe estable para el futuro próximo".
Por su parte, el Sindicato de Trabajadores del sector de Comunicaciones señaló que ha llegado a un acuerdo con el Santander sobre nuevas maneras de trabajar que preservarán empleos y evitarán despidos forzosos que serían, de otra manera, "inevitables".
Sally Bridge, del citado grupo sindical, dijo a medios locales que se había detectado "un deseo por parte de una gran mayoría de aquellos que actualmente trabajan desde casa para tener mayor flexibilidad después de que termine la pandemia, y este acuerdo lo consigue para la mayoría de trabajadores afectados por estos cambios".