Santander Banif Inmobiliario FII, el fondo de inversión titular del Edificio España, solicitó el pasado 18 de febrero la “consulta urbanística sobre la posibilidad de bajar el nivel de catalogación del Edificio España”, que fue contestada por el Ayuntamiento de Madrid como “viable” el 26 de marzo.
Como es sabido, dicha rebaja supone el mantenimiento de la fachada y las dos alzadas laterales, con el derrumbe del resto del inmueble.
Sin embargo, esta solicitud no llegaba, como se cree comúnmente, por orden del presunto comprador chino Wang Jianlin (quien, por supuesto, querrá el inmueble sin la menor traba en materia de protección), sino que era decisión del propio banco.
Lamela y Foster
Santander tenía decidido por esas fechas comenzar a promover y operar ese edificio de manera solitaria. Para ello, había encargado el proyecto de reforma a los arquitectos Carlos Lamela y Norman Foster. El banco es titular de todos los inmuebles que pertenecieron en su día al fondo inmobiliario, que está siendo retirado de la circulación poco a poco.
La entidad financiera tenía planeado remodelar el inmueble, instalar un hotel y también tiendas de lujo. Santander pagó en su día alrededor de 400 millones de euros por el edificio y tenerlo vacío suponía un inconveniente por muchos motivos.
En primer lugar, por la evidente depreciación del activo. Y conviene no olvidar la presión del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid por sanear el que hasta hace poco ha sido el rincón más deplorable de la capital, con inmuebles lleno de okupas, vacíos o amenazando ruina.
Apenas un mes después de solicitada esta protección, el presidente de la Comunidad, Ignacio González, anunció que el inmueble estaba vendido a Wang Jianlin, en una gran indiscreción, ya que a día de hoy la operación no se ha cerrado.
Lo de siempre
Ayer mismo tuvo lugar Comisión de Urbanismo en la que se trató este asunto, con los argumentos de siempre: la oposición denunciando ‘urbanismo a la carta’ y desde el consistorio defendiendo que todo está correcto.
Claro que, como apuntan fuentes políticas, “también Beatriz Lobón (responsable de Urbanismo de Madrid) nos dijo que Norman Foster no se iba a llevar su Fundación y que sólo había pequeñas discrepancias y ya hemos visto lo que ha pasado”.