El Senado norteamericano ha dado luz verde al nuevo Convenio de Doble Imposición (CDI) suscrito entre los Gobiernos de España y Estados Unidos.
El nuevo texto incluye varias mejoras entre las que se encuentra la extensión del tiempo mínimo requerido para considerar un establecimiento permanente, que pasa de 6 a 12 meses; la reducción de la tasa general de retención de impuestos sobre pagos de dividendos entre compañías asociadas, que se rebaja del 10% a 5%, o la eliminación del impuesto a la retención de dividendos para las empresas matrices que posean el 80% o más de las acciones con derecho a voto en la entidad que paga durante 12 meses. Este cambio pondrá fin a las numerosas discusiones con la inspección fiscal española sobre la distribución de dividendos que las filiales españolas realizan a grupos estadounidenses a través de empresas matrices de la UE.
Otra de las mejoras del nuevo Convenio de Doble Imposición es la eliminación de imposición de royalties, que supondrá una gran ventaja para las empresas de Estados Unidos y España. Hasta ahora España gravaba las importaciones de tecnología aplicando una tasa impositiva del 5%, 8% o 10%, dependiendo de la naturaleza del pago del royalty. La eliminación de este impuesto pondrá fin a las discusiones eternas entre los grupos empresariales de EE.UU. y las autoridades tributarias españolas con respecto a los pagos relacionados con el software, el arrendamiento de equipos industriales o los servicios de asistencia técnica.
Celebración de AmChamSpain
La Junta de Gobierno de la Cámara de Comercio de EEUU en España (AmChamSpain) ha celebrado la ratificación por parte del Senado norteamericano.
Jaime Malet, presidente de esta institución, considera que el nuevo Convenio "favorecerá a España como destino inversor de empresas estadounidenses en comparación con otros países europeos" y cree que "supondrá un impulso para las compañías españolas cuyas filiales compiten con otras empresas de matriz extranjera con un marco fiscal hasta ahora más favorable en los EEUU.”
Hace 10 años, AmChamSpain comenzó a promover la modernización y modificación de un nuevo CDI que revisara el que estaba en vigor y que databa de 1990 al considerar que había quedado "totalmente obsoleto".
Con este objetivo, AmChamSpain trabajó con un documento elaborado por expertos en fiscalidad internacional de las firmas Baker&McKenzie, Deloitte, Ernst&Young, Garrigues, KPMG, PriceWaterhouseCoopers y Uría Menéndez, a las que más tarde se unió Cuatrecasas, todas ellas socios de AmChamSpain.