SIX seguirá adelante con la oferta de compra por Bolsas y Mercados Españoles (BME) a pesar del impacto negativo que tendrá la 'tasa Tobin' en los inversores españoles. Así lo ha afirmado el consejero delegado de la Bolsa suiza, Jos Dijsselhof, durante una rueda de prensa organizada en Zúrich en la que también ha reconocido no estar contento con este nuevo gravamen.
"La 'tasa Tobin' no me parece una buena idea, pero respeto la decisión del Gobierno, que va acorde con la de otros países europeos que ya la aplican", ha dicho Dijsselhof. El consejero delegado ha agregado que la aplicación de este nuevo impuesto no repercutirá en el precio propuesto y que seguirá trabajando con el Gobierno para que esta OPA salga adelante.
El directivo suizo también ha reiterado que no existe ninguna línea roja y que su intención es que de esta fusión se cree una Bolsa más fuerte. Por otro lado, ante la opción de que el Gobierno imponga una acción de oro, Dijsselhof se ha mostrado disconforme con esta medida, pero ha subrayado que está abierto a negociar con el Ejecutivo.
El equipo de Nadia Calviño quiere mantener cierto control sobre BME y se plantea utilizar una suerte de acción de oro, tal y como publicó Cinco Días aludiendo a fuentes conocedoras del proceso. Este título le da poder de veto al tenedor, por lo que el Gobierno podría tumbar la oferta en cualquier momento.
El primer espada de SIX ha explicado que en este momento están en continua comunicación con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que sigue exigiendo al operador helvético más información de carácter técnico relacionada con la integración de los sistemas y con el tipo de tecnología que se utilizará para ello.
Abre la puerta a revisar el dividendo
El operador de la Bolsa suiza ha tocado hueso en BME. Su principal directivo también ha reconocido que la forma que tiene Bolsas y Mercados Españoles de repartir el beneficio no encaja al 100% con la filosofía helvética. Y es que en SIX es más proclive a que las ganancias se utilicen para invertir en mejorar la compañía. Sólo hay que ver su pay out, que de media se sitúa en el 60%, frente al 90% de BME.
Esta forma de ver el negocio ha sido muy beneficioso para el operador helvético, puesto que es el cuarto más grande por tamaño en Europa y el primero si se escala a la economía de cada mercado. La Bolsa suiza quiere que lo ganado se reparta más en inversión y no tanto en remunerar a los accionistas, aunque en todo momento Dijsselhof ha dejado clara su predisposición a mantener la filosofía de BME, aunque ha reconocido que el dividendo es necesario revisarlo.
La oferta
La Bolsa suiza, mediante el grupo SIX, lanzó en noviembre una OPA por BME de 34 euros por acción, lo que supone valorar la compañía española en 2.843 millones de euros y que se traduce en una prima del 33,9% respecto al precio de cierre -25,4 euros- que registró el día anterior a que se hiciera la oferta.
BME ha calificado esta oferta como "amistosa" porque considera que los compromisos adquiridos por SIX "son esenciales para garantizar que se van a preservar la integridad y estabilidad de los mercados, sistemas e infraestructuras españoles".