La agencia Standard and Poor's (S&P) ha elevado este jueves un escalón las calificaciones de la deuda a largo plazo de buena parte de las entidades españolas, entre ellas CaixaBank, Bankinter, Sabadell, Bankia, BFA, Cecabank y Barclays, por la mejora de la economía.
Según un comunicado, la razón principal de esta revisión al alza es que la corrección de los desequilibrios económicos en España progresa y con ello espera que las provisiones para créditos de los bancos continúen disminuyendo para normalizarse a finales de 2016.
CaixaBank y Cecabank mejoran un peldaño y dejan atrás el aprobado raspado y Bankinter sale del "bono basura"
Tras la mejora, la deuda a largo plazo de CaixaBank y Cecabank pasan a tener un aprobado o "BBB", frente al aprobado raspado o "BBB-" que tenían antes y que es la nota que obtiene ahora Bankinter, que sale del "bono basura". La perspectiva sobre estas tres entidades es además estable.
Por debajo de Bankinter, fuera del grado de inversión, figuran el Sabadell y Barclays, ahora ambos con un BB+; mientras que Bankia y BFA, que también mejoran un peldaño, pasan a obtener un "BB-" y un "B+", respectivamente.
Sin embargo, la visión tanto de Sabadell como de Bankia y de BFA es negativa porque S&P ve menos probable que, si fuera necesario, el Estado les ayudara, lo mismo que sucede con Popular, aunque esta entidad mantiene su calificación en "B+".
Y es que en su revisión, S&P deja al resto de entidades españolas que califica con la misma nota, encabezadas por el Banco Santander, con "BBB+" y su financiera Santander Consumer, con "BBB"; seguidos de BBVA, con "BBB"; Kutxabank, "BBB-"; Ibercaja "BB"; y en último lugar NCG Banco, rebautizado como Abanca, con "B".
Después de varios años de ajustes, la exposición al riesgo inmobiliario ha ido cayendo y los precios de la vivienda se estabilizan, lo que beneficia al sector financiero.
Lo mismo sucede con la economía, que vuelve a crecer y lo hará a un ritmo medio del 2% entre 2015 y 2017 según las previsiones de S&P, aunque la perspectiva para la zona del euro en su conjunto sea "más incierta".
Como resultado de todo ello, la agencia de calificación ha revisado a la baja los riesgos económicos a los que se enfrenta el sistema bancario español, pero "siguen siendo altos" aunque la economía se estabilice.
En cuanto al sector privado, la agencia cree que seguirá reduciendo sus deudas y el crédito representará el 123% del PIB a finales de 2016, por debajo del 138% del cierre de 2013 por la debilidad del resto de Europa.
Además, se necesitará más tiempo para que las cuentas públicas se recuperen totalmente y para que los bancos españoles se libren de sus activos problemáticos, por lo que tendrán una proporción mayor que sus competidores europeos.