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Hombre, de 39 años y sobrecalificado: así es el emprendedor español

Los españoles creen que sus experiencias, conocimientos y capacidades "no son suficientes" para ser desarrolladas en un entorno en el que "no se reconoce ni la contribución ni la profesión del emprendedor", según un informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM).

  • Los emprendedores españoles se dicen frustrados por el ecosistema

Dedicado al sector de servicios y consumo, autoempleado y sin vocación internacional en sus primeros años. Hombre (en seis de cada diez casos), con una media de edad de 39 años, algún tipo de formación superior o de post-grado, y más capacidades que oportunidades al momento de emprender. Así es el perfil del emprendedor español, según Global Entrepreneurship Monitor (GEM), una red mundial sobre emprendimiento con sede en Londres y con 18 equipos de investigadores en España.

Los españoles creen que el emprendedor local tiene con qué, pero que el escenario no lo ayuda. Lo dicen los datos del informe 2016-2017: la percepción de capacidades llega al 46,7%; la de oportunidades, no supera el 25,6%. Lo dice también el presidente de RED GEM España, Federico Gutiérrez-Solana: "El emprendedor español tiene la sensación de que está preparado para hacerlo, pero hay muchas barreras".

El escenario, sin embargo, ha mejorado en los últimos años. Por tercera vez consecutiva, ha aumentado el porcentaje de la población española activa que percibe la existencia de oportunidades para emprender. Pero el aumento aún no es suficiente para mostrar el balance que se logró en 2001 y 2003, cuando la percepción de capacidades y oportunidades se mostraba a la par. Aún así, los inversores se mantienen positivos. "Generalizando, el buen emprendedor inglés o alemán es igual al buen emprendedor español", sostiene el fundador de Kfound, Iñaki Arrola.

En este sentido, otra variable que ha mostrado incremento en España es la de la tasa de actividad emprendedora total (TEA). Las cifras más recientes del GEM reflejan que la tasa volvió a crecer por segundo año consecutivo hasta alcanzar el 5,7%. Al acercar la lupa al mapa, destaca Islas Baleares con la mayor tasa de actividad emprendedora en el país, con el 8,77%, frente a País Vasco, con la menor tasa (3,35%). 

¿Y las mujeres?

La tasa de actividad emprendedora entre mujeres ha superado por primera vez en seis años la barrera del 5%. En 2015, según los datos del informe, el 5,02% de la población femenina en España emprendió, mientras el porcentaje de hombres emprendedores se mantuvo en 6,37%. Sin embargo, al comparar los porcentajes del último período, se refleja que la TAE global y la de mujeres son menores a las registradas antes de 2008. 

No hay cifras oficiales disponibles, pero sí un eco en las voces del sector: la presencia femenina en el ecosistema de startups es limitada, tanto a nivel de emprendedoras como de inversoras. "Hay pocas mujeres inversoras. Lo reafirmo y lo digo. No debe superar el 8%", dice Paloma Mas, de la aceleradora Plug and Play, quien considera necesaria la presencia de más referentes. 

"Si el mundo del emprendimiento puede ser un 80-20 (en la relación entre hombres y mujeres), el del inversor puede ser un 99-1", señala Laurence Fontinoy, co-fundadora de Woom, startup dedicada a la fertilidad femenina.

Desde la Asociaciación Española de Startups, Carmen Bermejo asegura que la mayoría de las mujeres dentro del mundo del emprendimiento suelen ser de apoyo. "No son fundadoras, trabajan en aceleradoras, en incubadoras, ayudando a los demas. Adoptamos roles para ayudar a los demás, que está muy bien, pero hacen falta más mujeres que quieran ser fundadoras", explica.

Las mujeres adoptan roles para ayudar a los demás; hacen falta más fundadoras, dicen en la Asociación de Startups Españolas

El mayor problema, sin embargo, es que los españoles creen que sus experiencias, conocimientos y capacidades "no son suficientes" para ser desarrolladas en un entorno en el que "no se reconoce ni la contribución ni la profesión del emprendedor", según informe del monitor de emprendedores. La falta de optimismo es un común denominador en la región: en Europa es donde menos se cree que emprender es una "buena carrera". 

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