Empezó en Amsterdam, en 2006. Tenía la idea de que el mundo laboral cambiaría, que no solo los empleados de Google y de Facebook tenían derecho a trabajar en oficina chula, que una sonrisa, un buen café y un espacio con diseño innovador podrían “mejorar las dinámicas de trabajo”. Desde entonces, Martjin Roordnik ha llevado el concepto de Spaces a más de 25 países, incluida España. Pero él no ha sido el único. Los espacios de coworking (alojamiento, a cambio de una renta mensual, para pequeñas empresas y profesionales independientes) son cada vez más populares y ya son varias las compañías que se dedican a ello. A Roordnik, sin embargo, parece no molestarle: "Esto es una tendencia y apenas está empezando".
"Hay unos 16.000 espacios de coworking operando en el mundo", dice a Vozpópuli el cofundador y director general de Spaces en su visita a Madrid. Statista contabiliza unos 13.800 espacios de coworking a nivel mundial en los que trabajan más de 800.000 personas. Y en España, según el directorio Coworking Spain, ya hay más de 900 espacios y el 50% de ellos están entre Madrid y Barcelona.
Roordnik tiene razón. Es una tendencia y va en aumento. En 2006, Statista registraba unos 30 espacios de coworking en todo el mundo. Ya en 2011 se superó la barrera de los 1.000; y en 2016, la de los 10.000. Según el director de Spaces, todo responde a que "cada vez más entendemos lo importante que trabajar en un ambiente en el que estás cargado de buena energía".
"Solo hay que escuchar al mundo. ¿Y qué dice? El mundo quiere espacios más sostenibles, más ecológicos, con el mejor café (el local, sin importar donde estés). Es un cambio a nivel de detalles, cosas como la comida, las bebidas, las emociones, todo esto se está volviendo cada vez más importante. Y eso es lo que intentamos darle a nuestra audiencia”, explica Roordnik a Vozpópuli.
Madrid Río
Hace un mes que Spaces inauguró sus oficinas en Madrid: 2.468,55 metros cuadrados hábiles en la calle Manzanares, 4, justo frente al Campus Madrid, la sede de Google para emprendedores. Se trata de una inversión de dos millones de euros y es la primera de las cinco sedes que la compañía neerlandesa espera tener operativas entre Madrid y Barcelona a finales de año.
Como en la mayoría de las compañías de coworking, Spaces arrienda edificios y los transforma en estaciones de trabajo vinculadas a la filosofía de la empresa. Luego alquila diferentes espacios, como escritorios y oficinas privadas. Spaces Río está equipado con un mobiliario de diseño, conexión Wi-Fi, servicio de restauración y áreas de reunión. Los precios, explican desde la compañía, son personalizados; varían según el tipo de servicio y el tiempo de estadía.
¿A quiénes están destinados estos espacios? Roordnik asegura que no hay filtros. "Puede venir quien quiera, porque todo el mundo tiene algo que ofrecer y si están en el mismo sitio, pues mejor, es gratis. Quiero conocerte, porque puedes ser mi próximo amigo, o cliente, o inversor", dice.
Sin embargo, explica que están interesados en captar la atención de las scaleups (startups capaces de levantar al menos un millón de dólares de capital). En la sede de Río ya están establecidos proyectos como Duolingo, Mediaherz o Entry.
Libre competencia
Preguntado por qué le hace confiar que la gente elegirá Spaces y no otras opciones de coworking, responde: "La gente hará sus propias decisiones porque están conectadas a la marca y a la gente que trabaja ahí. Y nosotros creemos en eso. Pasa lo mismo que en el mundo de la moda, que tienes una misma calle con Dior, Gucci, Prada, Yves Saint Laurent", añade.
En España, la calle del coworking empieza a llenarse. Uno de los primeros espacios fue Campus Madrid, que cuenta con un área privada destinada a startups residentes -que forman parte de proyectos de aceleración como SeedRocket- y un área abierta al público. "El sector se está volviendo algo más profesional. La gente está hablando de oficinas", señala Roordnik.
Spaces, WeWork, The Cube y Campus Madrid son algunas de las opciones de coworking en la capital. También hay opciones en otras ciudades del país
El pasado septiembre, WeWork -otro de los gigantes del mercado de coworking- anunció que se mudaba a España; primero a Madrid y luego a Barcelona. Ese mismo mes, también se inauguró The Cube, un proyecto que además de contar con un centro de formación sobre internet de las cosas también ofrece espacios de coworking para emprendedores. Y, según coworkingmap.org, hay otras opciones disponibles en ciudades como A Coruña, Bilbao, Cáceres, Málaga, Murcia, Pamplona, Santander, Sevilla, Valladolid y Valencia.
¿A quién le va mejor? Es difícil saberlo. Hasta ahora, ninguno de los gigantes del coworking han hecho públicas sus cuentas. En el caso de WeWork, aunque no ha divulgado sus ingresos, el fundador Adam Neumann dijo recientemente que la compañía está en camino de hacer un billón de dólares en ventas este año. Spaces, por su parte, espera generar un billón de dólares en los próximos tres años.
Roordnik asegura que, en el caso de Spaces, la clave para hacer crecer el negocio siempre ha estado en los 'pequeños detalles'. "¿De verdad crees que somos solo un edificio? Lo que hacemos es todo sobre los detalles: el diseño, el servicio, el tono de voz. Todo esto va de humanizar los servicios", dice y subraya que ese, precisamente, ha sido el catalizador en otros modelos ajenos al suyo, y destaca los casos de Uber y Airbnb.