La empresa ferroviaria Talgo presentará un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor para aproximadamente 280 trabajadores del área de mantenimiento en España, cifra que podrá variar en función de cómo evolucione la supresión de más servicios por parte de los clientes.
Asimismo, el presidente, Carlos de Palacio, y su consejero delegado (CEO), José María de Oriol, han trasladado al Consejo de Administración de Talgo una propuesta para que, de forma excepcional, se les aplique una reducción de un 50% de su salario para el periodo marzo-diciembre de 2020.
No obstante, el equipo directivo ha trasladado a su plantilla "la máxima tranquilidad y la seguridad de reincorporar", una vez se normalice la situación provocada por la propagación del coronavirus, a la totalidad de los trabajadores sujetos a los ERTE, según ha comunicado este martes el fabricante de material ferroviario a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La mayor flota en mantenimiento de la compañía, situada en España con Renfe como cliente, se ha reducido más de un 60%. La operación en otros mercados, como Arabia Saudí, Kazajistán o Uzbekistán se ha suspendido temporalmente y de forma parcial en los de Estados Unidos o Rusia, mientras que, en Alemania, se siguen prestando los servicios de mantenimiento existentes con normalidad.
En cuanto a la actividad de fabricación, continúa operativa en las dos plantas principales del grupo: Rivabellosa (Álava) y Las Matas II (Madrid), si bien, podría darse la posibilidad de realizar un cierre temporal de las mismas en caso de pasar a un estado de excepción nacional o motivado por una falta de suministros o prestación de servicios que dificulten el avance en los proyectos, ha advertido Talgo.
Sistema de teletrabajo
Entre otras medidas, Talgo ha implantado un sistema de teletrabajo de manera progresiva que actualmente abarca a más de 730 empleados en España (un 83% de los empleados susceptibles de poder adaptarse a este sistema) y cerca de 90 en filiales internacionales (un 50% de la plantilla susceptible), lo que permite continuar desarrollando sus actividades en áreas como ingeniería, proyectos y otros servicios centrales necesarios.
Respecto al impacto económico, la compañía ha señalado que dispone de capacidad financiera para asegurar el correcto desempeño del negocio y mantener el compromiso con los clientes en el largo plazo. En este sentido, a cierre de 2019, Talgo disponía de 320 millones de euros (deuda financiera neta de 59 millones) con líneas de crédito sin disponer por valor de 70 millones adicionales, ha recordado.
Si bien, la empresa ha adelantado que las variaciones resultantes de dicha situación "podrían tener impacto" en las previsiones financieras de 2020 publicadas a finales de febrero pasado, por lo que ha retirado las perspectivas establecidas, las cuales serán actualizadas y difundidas de nuevo, una vez el contexto actual permita tener una buena visibilidad sobre el presente ejercicio.
