El Gobierno de Portugal rescata a la aerolínea TAP con una inversión de 1.600 millones de euros. El Estado luso, el mayor accionista de la compañía, realizará la inyección económica para reflotar a la empresa en los próximos cuatro años. El Ejecutivo ha cerrado este martes por la noche un Consejo de Ministros extraordinario un plan de reestructuración para la empresa.
Dicho plan, que será presentado este jueves ante la Comisión Europea, ha sido anunciado por el Gobierno con los diferentes partidos políticos del arco parlamentario. TAP ha sufrido de forma severa las consecuencias económicas de la pandemia con un reducción de nueve millones de pasajeros de enero a septiembre de 2020, lo que supone una caída del 70%.
Según informan este miércoles algunos diarios portugueses, podría haber una reducción de plantilla en torno a las 3.000 personas, entre pilotos, tripulantes, trabajadores de tierra y contratos temporales que no se renueven, además de la rebaja de un 25 % del sueldo a los empleados.
El plan de reestructuración, que aún no se ha hecho público, podría reducir la flota de TAP, actualmente con 101 aeronaves, en 13 o 16 aviones. Además del Estado portugués, conforman el accionariado del grupo el empresario luso Humberto Pedrosa (22,5%) y trabajadores de la empresa (5%). TAP registró pérdidas de 582 millones de euros en el primer semestre, cinco veces más que un año antes.