Hay una preocupación que la Estrategia del inversor Minorista de la Comisión Europea, que aboga en su borrador por la prohibición de los incentivos, restrinja en acceso a buena parte de los ahorradores a un servicio de asesoramiento financiero cualificado, apunta EFPA Europa.
La asesoría profesional y bajo estrictos estándares éticos es una vía para ayudar a los inversores particulares a tomar las mejores decisiones de ahorro e inversión, así como seleccionar sus preferencias en materia de sostenibilidad y mejorar su previsión para la jubilación.
La “Retail Investment Strategy” (RIS) es una iniciativa que forma parte del proyecto de Unión del Mercados de Capitales (UMC), en la que la Comisión Europea ha incluido como objetivo elevar la calidad del asesoramiento en materia de inversión, a través de modificar la estructura de costes de los productos y la forma en que se determina la remuneración de los asesores financieros.
La asociación interviene en el debate sobre la prohibición de las retrocesiones, poniendo como ejemplo la experiencia en el Reino Unido, que ha provocado un incremento de la "brecha del asesoramiento", especialmente entre pequeños y medianos clientes, que provoca que queden excluidos del acceso a asesoramiento financiero profesional, en comparación con clientes de un rango económico más elevado, aunque muchos deseen contar con apoyo a la hora de tomar las mejores decisiones financieras.
Reclaman información necesaria
En este sentido, EFPA Europa explica que los inversores minoristas exigen información clara sobre los costes del asesoramiento (incluidos los incentivos) y sobre el alcance del mismo (si comprende o no todos los productos disponibles en el mercado), no percibiendo la pertinencia de la dicotomía entre asesoramiento independiente o no independiente, como concluye la propia Comisión Europea en su estudio “Disclosure, inducements, and suitability rules for retail investors study”.
En dicho documento, la asociación reivindica el papel clave de los asesores financieros a la hora de fomentar la participación de los inversores particulares en los mercados, reforzado gracias al compromiso de los propios profesionales por mejorar la formación en los últimos años, el desarrollo de un plan de formación continua y su empuje a la hora de mejorar los niveles de educación financiera, como la propia Comisión Europea reconoce.
Según se lee en la web de la Comisión Europea, la RIS tiene por objeto garantizar que los consumidores que invierten en los mercados de capitales puedan hacerlo con confianza y seguridad, y que aumente la participación de los consumidores. El hecho de que un número mayor de consumidores invierta en los mercados de capitales, canalizando el capital hacia las empresas del sector privado, podría ayudar al proceso de recuperación económica tras la pandemia de la covid-19.
La iniciativa estuvo en consulta desde el 20 de abril del 2021 hasta el 18 de mayo del mismo año, y su adopción estaba prevista para el segundo trimestre del 2022. Según se observa en la web, se recibieron más de 28 comentarios, entre los que destacan los de la Federación Bancaria Francesa que cito "Los incentivos están regulados desde hace varios años y no observamos ningún aumento de reclamaciones de clientes ni ninguna sanción importante...demuestra que las empresas de inversión han aumentado la calidad de los servicios ofrecidos a los clientes y gestionan debidamente los posibles conflictos de interés. FBF pide estabilidad para facilitar la buena comprensión de las reglas existentes por parte de los clientes y la industria.
El CFA Institute comenta que "no se ha logrado una protección adecuada de los intereses de los consumidores. La dicotomía entre la legislación de la UE y la transposición a la legislación nacional a nivel de jurisdicción ha dado lugar a una matriz compleja de normas en las que la protección del inversor no se considera en igualdad de condiciones en toda la Unión." Y añade que "el proceso de comercialización, distribución y ventas sigue estando inclinado hacia los intereses del distribuidor o fabricante, en contraposición a los del inversor". Incluso hace mención a un ejemplo en Polonia, donde sus miembros señalan el hecho de que el mercado puede haber retrocedido a un modelo cerrado, lejos de los objetivos de elección y calidad buscados a través de un enfoque de arquitectura abierta, promovido en particular por la visión de la CMU.