En el transcurso del pasado mes de junio, en España se firmaron 1,38 millones de contratos, una cifra que supone un incremento de 40.310 en relación con los suscritos en el mes anterior (+3,01%), y un descenso de 112.840, un 7,56%, en relación con el mismo mes del año 2023. El 41,15% tuvieron carácter indefinido y el resto, 812.078, el 58,85%, fueron temporales.
La enésima reforma laboral aprobada por el Gobierno mediante el Real Decreto-ley 32/2021 supuso una completa reestructuración de los tipos de contratos. El Ejecutivo pretendió hacer del contrato de trabajo indefinido el ejemplo de cómo debían ser en el futuro las relaciones entre empresarios y trabajadores y que su uso fuera prioritario.
Con esta reforma, que entró en vigor el 30 de marzo de 2022, se suprimió el contrato por obra y servicio al que tanto recurrieron los empresarios y se establecieron cuatro contratos oficiales: indefinido, fijo-discontinuo, de duración determinada y de formación. En su opinión, era necesario reducir la temporalidad del empleo, pretendiendo que la utilización del contrato de trabajo temporal se redujera a los casos estrictamente concretos en los que estuviera más que justificado ese tipo de relación laboral.
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, no ha dejado de presumir de la buena marcha del mercado laboral. Ya con los datos del mes de mayo, la vicepresidenta segunda aseguró que de las más 21,3 millones de personas ocupadas, 15 millones disfrutaban de contratos indefinidos, lo que ha permitido que la tasa de temporalidad se haya reducido al 13%. Sobre los nuevos contratos firmados no hizo referencia alguna.
Con los datos publicados a comienzo de semana por el Servicio Público de Empleo Estatal referidos al mes de junio, el equipo de Pedro Sánchez insiste en el récord de afiliación a la Seguridad Social, del récord de trabajadores extranjeros ocupados y de tener en la actualidad la cifra más baja de parados con menos de 25 años de edad. Nada tampoco sobre los contratos suscritos en 2024.
Las cifras del conjunto de los seis primeros meses del año reflejan una realidad del mercado laboral español algo diferente. Entre los meses de enero y junio se firmaron en España un total acumulado de 7.433.551 contratos, según los últimos datos publicados por el SEPE. De esta cifra, 4,19 millones correspondieron a contratos temporales, representando el 56,44% de todos los acuerdos suscritos. El número de contratos indefinidos se quedó en el 43,56% del total.
Análisis de la temporalidad
Lo que reflejan los porcentajes anteriores no es que la temporalidad de los nuevos contratos esté íntimamente relacionada con la llegada del buen tiempo y el incremento de las actividades vinculadas al turismo y las vacaciones, sino que es una constante a lo largo del ejercicio. Hay muchos ejemplos esclarecedores, pero el más llamativo es el de la provincia de Palencia. De los 35.623 contratos firmados en la primera mitad del año, apenas 5.564, el 15,62% del total, tuvieron carácter indefinido. Los 30.059 contratos restantes, nada menos que el 84,4%, fueron temporales.
El de Palencia no es un caso aislado. En Álava, de los 71.857 contratos suscritos entre enero y junio, cerca de 56.000 fueron temporales. Esta misma situación se repitió en Navarra, donde la temporalidad alcanzó al 77,5% de los acuerdos. La característica común de estas tres provincias es que nadie las relacionaría directamente con el turismo o el buen tiempo, lo que podría justificar en parte el que la contratación indefinida se hubiera reducido con la llegada del verano.
Junto a estas tres provincias, hay otras cuatro en las que los contratos temporales superan el 70 de la contratación total: son Vizcaya, con el 76,4%; Guipúzcoa, con el 74,3%; Zamora, con el 71,2%, y Badajoz, con el 70,8%. Además, hay otras tres provincias que rozan el 70% (Cantabria, Pontevedra y Guadalajara) y otras 19 provincias (desde Cádiz hasta La Rioja, pasando por Jaén o Teruel) en las que más del 60% de los contratos firmados en lo que va de año tienen fecha de caducidad.
Solo en diez provincias españolas se firmaron en los seis primeros meses del año más contratos indefinidos que temporales. El ejemplo más representativo y que ratifica que no solo el turismo atrae la temporalidad en los contratos nuevos es Baleares, donde, hasta junio, tres de cada cuatro contratos suscritos fueron indefinidos. Hay otras nueve provincias en las que se han firmado más contratos sin fecha de finalización que temporales: son Huelva, Lérida, Murcia, Albacete, Alicante, Almería, Castellón, Gerona y Huesca.