Las criptomonedas, o monedas virtuales, se han multiplicado en los últimos años, tanto en su emisión y uso como en la variedad. Actualmente existen más de 2.500 en circulación, con una capitalización de 120.000 millones de euros, según datos de Investing. Las primeras surgieron hace una década, pero es en los últimos años cuando han dado el ‘boom’, en gran medida auspiciadas por los medios de comunicación.
El Banco de España no ha sido ajeno a la eclosión de este tipo de productos, y ha advertido a través de su blog para el Cliente Bancario de varios riesgos que pueden correr los usuarios si llegan a adquirirlos.
De entrada avisa de que “no se encuentran reguladas en el ordenamiento jurídico español, ni son supervisadas en forma alguna, ni están acogidas a sistemas de garantía de depósitos” ya que “no se ha aprobado hasta el momento ninguna Ley sobre las criptomonedas, por lo que no hay ninguna empresa o plataforma autorizada para el intercambio de las mismas”.
Recomendaciones
Para el director técnico de la empresa de ciberseguridad Check Point, Eusebio Nieva, hay varias cuestiones que los usuarios tienen que llevar a cabo para protegerse de ‘softwares’ maliciosos: “Tenemos que aislar lo máximo posible el ordenador con el que operemos, no debe ser una máquina multifuncional”, dice. Un ejemplo de esto es que, si tenemos hijos no dejemos que estos puedan jugar con el PC o descargarse distintos materiales. Podrían estar infectados.
Nieva continúa recomendando que llevemos las “carteras virtuales” donde puedan estar las criptomonedas en una “wallet física”, como por ejemplo un USB, y no dejalos en la nube. “Estamos detectando numerosos ataques a los bitcoins que la gente deja en internet”, afirma.
“Debemos tener mucho cuidado con los sitios donde hagamos las transacciones”, subraya el experto. Para evitar tener una mala experiencia a la hora de comprar bienes con monedas digitales, debemos confiar plenamente en la otra persona. El anonimato es una de las bases de estas operaciones, y si no conocemos previamente al vendedor podemos llegar a tener un problema. Otra forma de que nos sintamos tranquilos a la hora de operar es mirando los comentarios que han tenido otros usuarios.
Cambios en el código
En cada operación con bitcoins u otras monedas virtuales se genera un pequeño código que se va añadiendo al ya existente. Nieva recomienda que no se copie y pegue esta secuencia de números y letras. “Podemos tener instalado, sin que lo sepamos, algún programa que nos modifique ese código para que nuestro dinero termine yendo a parar a otra persona”, advierte.
La falta de legislación a la que hace alusión el Banco de España es un punto clave a la hora de perseguir estos delitos para Nieva. “Hay que denunciar, aunque el rastreo de estas monedas y el anonimato hacen muy difícil que se puedan perseguir las estafas”.
Las criptodivisas están sujetas a fuertes oscilacione debido a que su valor depende de que haya otros usuarios dispuestos a adquirirlas
Las criptodivisas están sujetas a fuertes oscilaciones debido a que su valor depende de que haya otros usuarios dispuestos a adquirirlas, y la seguridad en las transacciones con estos activos no es la misma que en sistema de pago tradicionales.
En caso de adquisición de bienes y servicios mediante criptoactivos, el Banco de España advierte de que para cualquier consumidor sería "misión imposible" reclamar sus derechos si surgiera un problema con el pago o con el producto adquirido.
Divisas sin control
Las criptomonedas se caracterizan porque no tienen un emisor concreto y no están bajo control de ningún gobierno o Banco Central, su ámbito de aplicación es global y se extienden a través de Internet.
En la actualidad no hay ningún Estado en el que haya alguna moneda virtual de curso legal. Las transacciones se hacen sin intermediarios, directamente de persona a persona y a través de determinadas webs que carecen de supervisión.