El Gobierno ha dejado de considerar el turismo de salud como "estratégico" y deja a la asociación Spaincares -que agrupa a las entidades turísticas y sanitarias más representativas del país- sin presupuesto para el próximo año.
La noticia llega en un momento clave para el sector, sumido en una profunda crisis por el efecto del coronavirus en los viajes. En este sentido, los empresarios propietarios de hoteles y balnearios se plantean incluso el futuro de la iniciativa a partir de 2021, cuando no contarán con el apoyo económico del Ejecutivo.
La Secretaría de Estado de Turismo explica a Vozpópuli que Spaincares ha recibido subvenciones de este órgano en ejercicios presupuestarios anteriores. "Se trata de un proyecto que ya ha recibido nuestro apoyo en varias ocasiones", señalan.
Sin embargo, asegura que "ya en este 2020 no ha recibido una subvención nominativa porque no estaba en las prioridades identificadas y que tienen que ver más con proyectos de sostenibilidad, recuperación de destinos y digitalización".
Spaincares se plantea su futuro
Por el contrario, Spaincares asegura que antes de la declaración del estado de alarma en marzo de 2020, el Ministerio de Turismo sí que tenía en cuenta al turismo de salud, hasta el punto de que se formaron grupos de trabajo para avanzar en su desarrollo.
La primera reunión estaba prevista en marzo, pero nunca llegó a producirse. "Nos han dicho que no somos estratégicos, pero no nos han dicho por qué", lamenta David Medina, presidente de Spaincares, en declaraciones a este diario.
La caída en la facturación del sector del turismo de salud alcanza el 90%
La caída en la facturación del sector del turismo de salud alcanza el 90%, según los datos de Spaincares, lo que unido a la retirada de financiación pública lleva al clúster a plantearse su continuidad. En enero de 2021 está prevista la celebración de una reunión para analizar este punto. "El sector está parado. La pandemia de coronavirus nos ha golpeado de lleno y no hemos recibido ninguna ayuda del Gobierno".
"Esta pandemia nos tiene que llevar a un cambio de modelo. El turismo de sol y playa, discotecas, museos o teatros va a cambiar. El turismo de salud es una alternativa que se adapta bien a las circunstancias actuales. No genera aglomeraciones, es sostenible, desestacionalizado y apuesta por la España vaciada -hay balnearios y clínicas en pequeñas ciudades-... No necesitamos inversiones en infraestructuras, esas ya las tenemos, necesitamos poder promocionarnos en el exterior y sin el apoyo público va a ser imposible", sentencia.