La Comisión Europea (CE) dará este miércoles el primer paso para diseñar el Fondo de Reconstrucción necesario en la Unión para paliar los efectos económicos del coronavirus, y ha sido en la víspera de esta cita cuando el Banco de España ha puesto sobre la mesa cuál es su propuesta para crear este fondo.
El supervisor propone que el fondo movilice 1,5 billones de euros, que se den a los estados con la condición de que hagan reformas para garantizar el crecimiento y, como novedad, piden que este Fondo tenga la capacidad de comprar deuda pública de Estados en dificultades de financiación. Es decir, si la prima de riesgo española se dispara porque los mercados pierden confianza en la solvencia del país, este Fondo podría comprar su deuda para garantizarle una vía de financiación al país.
La propuesta, sin embargo, no parece que vaya a prosperar en Bruselas. "La Unión no asumirá los compromisos de los gobiernos centrales. Creo que esa propuesta no es legal, no es posible que un fondo compre deuda de los Estados, no sería posible", señala Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos y vicepresidente de Renew Europe, quien está trabajando en representación de España en el diseño de esta respuesta europea a la covid-19.
"Sí es posible que haya fondos por países. Europa puede gastar dinero, lo que no puede hacer es quedarse con la deuda que emita España para pagar la nómina de los policías, las pensiones, etc.", apunta.
Fuentes cercanas a la negociación en la Comisión señalan que les ha sorprendido la propuesta del supervisor, a la que no ven mucho recorrido en la coyuntura actual.
Von der Leyen trabaja codo con codo con Merkel
Para definir la propuesta que se presentará este miércoles, la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, ha trabajado bastante aislada de los europarlamentarios pero en continua comunicación con la canciller alemana, Angela Merkel, según ha podido saber este medio, lo que permite prever que la cuantía del fondo coincidirá con la propuesta franco-alemana de 500.000 millones de euros.
Esta cuantía se quedará corta, en opinión de España, que pedía un fondo de 1,5 billones de euros, canalizado en forma de transferencias directas -no préstamos reembolsables- y sin condiciones.
Una vez conocida la propuesta de este miércoles, los países tendrán que negociar hasta llegar a un acuerdo por unanimidad, un reto que se antoja complicado dadas las posturas tan antagónicas entre los países miembro. Una de las diferencias principales entre ellos es el reparto entre préstamos reembolsables y ayudas directas, que podría quedar finalmente en 60-70% de ayudas y 40-30% de préstamos.
El representante de la CE en Austria, Martin Selmayr, se mostraba confiado en declaraciones recogidas en la prensa austriaca de que el acuerdo se alcanzara en julio. Garicano señalaba este martes que espera que en septiembre esté en marcha la propuesta y que en enero de 2021 se haya podido aprobar el presupuesto plurianual de la UE.