El volcán de La Palma ha causado estragos inmobiliarios que serán difíciles de reparar en el corto plazo. Según distintos arquitectos y expertos en urbanismo consultados por Vozpópuli, en las condiciones actuales se tardaría al menos un año en poder volver a levantar obras sobre el suelo afectado por la lava, que ha destruido ladrillo por más de cien millones de euros, incluido más de un millar de viviendas. Por lo pronto, el Gobierno ha abierto una línea de ayudas de 10,5 millones que permitiría comprar 107 pisos de 34 metros cuadrados a precios de La Palma.
El proceso productivo de una vivienda tarda una media de año-año y medio en España, y dos años la entrega, licencias de por medio. La construcción artesanal copa todavía el 99% del mercado. Frente a eso, la industrialización se ha mostrado ya capaz de rebajar los tiempos a la mitad e incluso un 75%, y tiene un cartel que apunta a captar inversión hacia fines energéticamente 'sostenibles' como la que impulsa ahora Bruselas con cargo a la recuperación postpandemia.
"El caso de La Palma muestra que la vivienda industrializada es la solución", asegura a este diario uno de los arquitectos más célebres y reputados a nivel nacional, con creciente apuesta por este tipo de activos inmobiliarios sin todavía un respaldo estructural.
"Hablamos de varios años para que se pueda volver a edificar en La Palma, salvo que el Cabildo desarrollara un plan de emergencia, en cuyo caso la industrialización de la construcción podría acelerar muchos los plazos", reivindican desde una empresa que trabaja ya para fondos internacionales y promotoras nacionales con elementos residenciales prefabricados, como baños.
Enviar módulos de vivienda autosuficientes y sostenibles en barco desde la Península sería perfectamente posible
"Enviar módulos de vivienda autosuficientes y sostenibles en barcos desde la Península sería perfectamente posible. Nosotros ofrecemos ya una solución de ocho semanas y una para el montaje, que sería fácilmente trasladable", se anima a afirmar Juan Bautista, gerente de la flamante empresa española Woodville, especializada en diseñar y fabricar viviendas autosuficientes y ya en conversaciones con una de las principales promotoras/constructoras del mercado nacional.
"La solución en madera no precisa de anclaje al suelo como el cemento, no contamina el terreno, consume menos agua, va muy bien con la salud humana y se puede transportar fácilmente. En nuestro caso, ofrecemos ya unidades de 20 a 40 metros cuadrados para entre dos y ocho personas por entre 40.000 y 75.000 euros, pero estamos recién empezando para hablar de grandes cantidades, ahora que además hay un problema estructural de costes en todo el sector de la construcción", añade Bautista.
Mil unidades de vivienda industrial al año
En España, según el consenso de las fuentes consultadas, solo hay estructura productiva para fabricar unas 1.000 viviendas completamente industrializadas o 'prefabricadas' al año, como les etiqueta el gran público, frente a las 40.000 en 2030 a las que apuntan sus promotores.
Aedas Homes, erigida en principal promotora nacional por capitalización bursátil durante la pandemia, se ha fijado ya el objetivo de un 25% de sus nuevas viviendas parcial o totalmente industrializadas para 2023. La madrileña Avintia, que ya construyó el primer edificio industrializado de vivienda asequible con el estudio Ex Situ y el fondo Locare, y la navarra ACR proyectan de cara a 2025 que una de cada tres nuevas viviendas para el alquiler en España sea prefabricada o de construcción industrial. The Prototipo Company, especializada en ofrecer productos construidos fuera de obra para vivienda, apunta a un 40% de las promociones nacionales en 2030.
"Yo mañana mismo ubicaría una fábrica allí, en La Palma", añade el titular de un importante despacho de arquitectura madrileño. "El problema es que las grandes constructoras, las instituciones y el propio sistema van en contra. Apostar por la industrialización (prefabricación) sería una solución magnífica pero injustificadamente no se hará". A preguntas de este medio, la patronal de las constructoras en Canarias no ha respondido.
"El tema de las licencias nos afecta mucho de cara a la captación de socios promotores, constructores e inversores", dicen desde uno de los despachos pioneros en la vivienda industrializada para alquiler asequible. "Uno de los grandes vectores de la industrialización pasa por la reducción y, sobre todo, precisión en los plazos de obra, pero la incertidumbre que genera la Administración en materia de licencias torpedea que los inversores apuesten por procesos industriales que, en un primer momento, son igual sino más caros que los tradicionales".
Construir vivienda industrial en altura es todavía complicado, y los ayuntamientos tienden a privilegiar la habitabilidad (el número de potenciales inquilinos) a la hora de dar permisos
"Construir vivienda industrial en altura es todavía complicado, y los ayuntamientos tienden a privilegiar la habitabilidad (el número de potenciales inquilinos) a la hora de dar permisos, tanto en suelo urbano como urbanizable, lo que dificulta aún más las cosas", destacan desde una de las empresas consultadas por este diario por su especialización en construcción industrial de vivienda.
Preguntado sobre el caso de La Palma, uno de los principales ejecutivos del inmobiliario español hinca el diente en el problema burocrático. "El suelo nuevo que se ha 'creado' por la llegada de la lava al mar pasa a ser del Estado, pues no existía antes, y me imagino que el Estado no hará nada con él durante siglos, no por que no sirva para edificar o no necesiten el dinero, sino por inutilidad", remacha.
Por lo pronto, el Gobierno ha anunciado este fin de semana un paquete total de 200 millones de euros en "ayudas urgentes" a la reconstrucción de La Palma en distintos sectores, si bien la partida para Vivienda sigue en 10,5 millones.
