El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, cree que el precio de la vivienda podría haber tocado suelo y asegura que algunos indicadores económicos "dan lugar a la esperanza y al optimismo" frente a la crisis. Esta idea viene siendo repetida de forma recurrente por los miembros del anterior Gobierno socialista y sus sucesores populares. Beatriz Corredor, María José Trujillo, José Blanco o Ana Pastor ya se han manifestado en sentido similar.
Durante la inauguración del Foro Financing Day, organizado por Madrid Network, y que reúne a más de 40 inversores nacionales e internacionales para financiar proyectos de medianas empresas, Latorre ha insistido, no obstante, que el ajuste de las cuentas públicas es "ineludible".
Ha recordado que el déficit del conjunto de las administraciones que ascendió al 8,9% del PIB en 2011 "no es sostenible" y ha asegurado que si el Ejecutivo persevera con las medidas de ajuste, la economía española tendrá "pronto" una base sólida. "Fruto de este esfuerzo de ajuste doloroso también hay ciertos resultados que dan lugar a la esperanza y al optimismo", ha dicho, tras valorar la corrección del déficit por cuenta corriente, que tendrá superávit en 2013, el fuerte crecimiento de las exportaciones y la mejora de la competitividad vía precio.
También, ha resaltado la moderación del aumento de los costes laborales y el ajuste de los precios inmobiliarios, que -en su opinión- "parece que está tocando suelo" en comparación con los procesos de ajuste de este sector vividos en otros países de la Unión Europea.
El precio de la vivienda registró su mayor caída desde 2007 en el segundo trimestre del año, cuando las casas se abarataron un 14,4% respecto al mismo periodo de 2011, según los datos del INE, tasa que continúa con la aceleración del descenso experimentada en los últimos trimestres.
El secretario de Estado de Economía ha puntualizado que el ajuste de las cuentas públicas también es un compromiso con Europa "que hay que cumplir" y ha lamentado que la deuda pública absorba casi el 80% del PIB frente al 40% que representaba en 2007. "En este contexto los mercados cuestionan la sostenibilidad de la financiación de España y las agencias de rating notifican sus calificaciones, por lo que es imprescindible invertir la evolución de la senda de la deuda", ha destacado.