Una revolución industrial en el ladrillo es la que quiere liderar Grupo Avintia, en el podio de las constructoras residenciales por facturación puertas adentro de España. La compañía que preside Antonio Martín Jiménez apunta a engordar su cartera de construcción industrializada con una concesión de suelos de la Comunidad de Madrid para 1.173 nuevas viviendas en alquiler, que se sumarían a las 1.763 que le fueron adjudicadas en 2021, según ha podido saber Vozpópuli. La nueva concesión, de 220 millones de euros, recaería en la compañía Culmia del fondo americano Oaktree como promotor y Avintia como constructor, la única dupla que ha sido capaz de presentarse al concurso.
La previsión de Avintia es intensificar su apuesta por la vivienda industrializada en 2023, año que espera cerrar con unas 5.000 unidades en marcha de la mano de acuerdos con administraciones públicas en Madrid, Cataluña y Valencia. El dato contrasta con las 2.000 unidades al año para las que tenía capacidad todo el sector nacional antes de la pandemia y la crisis de suministro global. Una coyuntura que ha puesto de relieve la necesidad de reducir los plazos de construcción y de hacerlo de la mano de formas más eficientes y sostenibles energéticamente.
En total para Avintia, una inversión entre 300 y 400 millones de euros en hasta 5.000 nuevas viviendas que construirá con la primera de sus fábricas, estrenada en 2021 en Aranda del Duero con el apoyo del fondo mexicano Cemex. La compañía ya ha comenzado a trabajar en la puesta en funcionamiento de una nueva fábrica de tamaño similar a la original el tercer trimestre de 2024 dentro del territorio de la Comunidad de Madrid. El objetivo de Avintia es que la construcción industrializada represente en torno al 45% de su negocio en 2024/2025 frente al ya importante 25% actual. La línea de negocio se vertebra en torno a la filial Ávita, dirigida por José Ignacio Esteban.
Con la segunda fábrica, la empresa espera alcanzar capacidad para poner en el mercado 5.000 casas prefabricadas al año, lo que supondría duplicar la cuota que tiene todo el segmento actualmente en España, del 2%. Distintas fuentes del sector coinciden en que la construcción industrializada ya consigue reducir los plazos entre un 30% y un 40% -lográndose la construcción de promociones en apenas un año-, al tiempo que resuelve problemas estructurales del sector, como el de la captación de mano de obra por la mayor sofisticación de una fábrica y la más pulcra gestión de los recursos y residuos.
Avintia apunta a una segunda fábrica y 120 empleados
Al completo, las fábricas de Avintia sumarían unos 120 empleados directos, que trabajarían en dos turnos de ocho horas, de seis de la mañana a diez de la noche. El equipo técnico asegura brindar ventajas económicas a largo plazo al ofrecer mayores garantías a los inversores en términos de reposición de materiales y dispositivos, y al reducir los costes de mantenimiento por la vía de tecnologías más eficientes -Avintia reivindica una reducción del 50% en el consumo de agua-. Un extremo relevante sobre todo para los inversores en el filón de la vivienda asequible, ligado en Madrid a concesiones de la Administración para la explotación durante un número determinado de años con márgenes ajustados.
En el caso del último lote, de 1.173 viviendas, se trata de pisos de protección pública de precio limitado (VPPL) y de protección pública básica (VPPB), en su mayoría con acceso a piscina, gimnasio y jardín, que el promotor explotará durante 65 años. La propuesta de Culmia y Avintia ha ofrecido a la Comunidad de Madrid un descuento sobre el precio máximo fijado en el pliego del 0,10%, con 80 millones en fondos propios y una financiación disponible a la fecha de presentación de la oferta de 160 millones de euros.