La empresa Wallbox especializada en cargadores para coches eléctricos nació hace apenas cinco años de la mano de dos emprendedores catalanes, Enric Asunción y Eduard Castañeda, el primero de ellos un ingeniero industrial que ya en 2010 trabajaba como responsable de la línea de cargadores de los coches eléctricos en el centro Applus Idiada y que en 2013 fue fichado nada menos que por la norteamericana Tesla como responsable del programa de cargadores domésticos.
Tras su paso por Tesla y con la mucha experiencia adquirida se asocia con Eduard Castañeda, que trabajaba en el CSIC en hibridación y baterías, para comenzar a desarrollar una nueva generación de cargadores eléctricos más eficientes e inteligentes destinados sobre todo al consumo doméstico, pues los datos que manejaban reflejan que el 80% de las cargas de los coches eléctricos se realizan en los hogares. Con una primera inversión de 300.000 euros nacía Wallbox en 2015 en una pequeña nave en Sant Andreu de la Barca, donde ensamblan los cargadores a partir de componentes fabricados en Alemania, España y China.
Su rápido crecimiento le ha llevado a inaugurar una nueva planta de producción en la Zona Franca de Barcelona, para poder llevar a cabo sus planes de expansión a los mercados de EE.UU., China y Japón. Una nueva planta que tiene capacidad para fabricar 500.000 cargadores eléctricos al año y que ayudará a penetrar en nuevos mercados y distribuir y comercializar sus productos, además de en los países señalados, en los 40 países en los que ya opera.
Con la inauguración de esta nueva planta de producción, de una superficie de 11.000 metros cuadrados repartidos en tres edificios en la Zona Franca, la compañía hace una clara apuesta por Barcelona como smart city, según ha indicado en un comunicado.
Más de 300 empleos, casi 10 millones de facturación
La compañía prevé contratar durante este año unos 150 profesionales, especialmente ingenieros, que se añaden a sus 200 empleados actuales, para llevar a cabo sus planes de negocio y expansión. Las nuevas instalaciones dispondrán de 50 puntos de carga eléctrica en su parking, que serán alimentados con placas solares, y la restauración del edificio se llevará a cabo con materiales ecoeficientes y un diseño en línea con la sostenibilidad, para eliminar, así, la generación de residuos.
La compañía también prevé consolidar sus actividades comerciales en los mercados emergentes de vehículos eléctricos, especialmente América Latina, Oriente Medio y Asia-Pacífico e introducir la innovación tecnológica en toda su cadena de producción, suministro y consumo de energía.
La compañía multiplicó el año pasado sus ventas por dos hasta alcanzar los 9,4 millones de euros, y actualmente ofrece servicios a grandes compañías de automóviles, como Nissan, Mitsubishi, Hyundai, Mercedes, Seat, entre otros; y a grandes compañías eléctricas, como Iberdrola, Scottish Power y Octopus Energy.