Los intereses que abonan las Comunidades Autónomas por su deuda se han disparado un 43 por ciento en lo que llevan de año, según los datos de la ejecución presupuestaria hasta septiembre.
El conjunto de las autonomías ha reconocido un total de 4.200 millones hasta septiembre sólo en concepto de pago de intereses de 2012, prácticamente la mitad de los 8.000 millones que tienen que recortar durante 2013 para reducir su déficit desde la meta del 1,5 por ciento del PIB hasta el 0,7 por ciento.
Éste es el resultado de la acumulación de deuda emprendida durante la crisis. En cuanto se desplomó la recaudación fruto de la burbuja inmobiliaria, en especial por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, el déficit de las comunidades se disparó, duplicando el endeudamiento desde el entorno de los 70.000 millones que presentaban en 2008 hasta los 150.000 millones que deben a mediados de 2012.
A tres meses de que acabe el ejercicio, las comunidades que arrastran más deuda y por lo tanto soportan más intereses son Cataluña, cuyos gastos financieros ascienden a 1.180 millones, y la Comunidad Valenciana, que hace frente a 690 millones.
El déficit de las CCAA, al 2%
La casa de análisis Fedea ha cifrado su proyección del déficit de las comunidades en el 2 por ciento del PIB, por encima del 1,5 exigido para el año. Realizadas sobre los datos de ejecución presupuestaria divulgados a mitad de año, las estimaciones del think tank destacan el buen comportamiento de Navarra, Castilla y León y La Rioja, todas muy cerca del equilibrio presupuestario (0%, 0% y 0,8% respectivamente).
En cambio, de acuerdo con las previsiones de Fedea, varias se desvían mucho del objetivo del 1,5 arrojando déficits del 3 por ciento y superiores: Castilla-La Mancha (4%), Cataluña (3,5%), Murcia (3,4%), Extremadura (3,2%) y la Comunidad Valenciana (3%).
El problema, según los académicos del centro de estudios, consiste en que las autonomías carecen de margen para subir sustancialmente los impuestos y ya han centrado los recortes en la inversión, de modo que para 2013 sólo podrán profundizar en los ajustes sobre la Educación y la Sanidad, socialmente mucho más delicados.
Con todo, el profesor Juan Rubio-Ramírez alabó el importante esfuerzo presupuestario llevado a cabo por las regiones para rebajar el desfase desde el 3,2 por ciento del PIB en 2011 hasta el 2 en medio de una recesión.
Fedea también ha apuntado la sospecha de que algunas autonomías estén retrasando los pagos. Ponen como ejemplo el caso de Castilla-La Mancha, que ha recortado la partida de Sanidad alrededor de un 50 por ciento, un tajo impensable y que sólo se justifica porque aún no están contabilizando todos los gastos.
Algunas empresas sostienen que las comunidades no están abonando facturas desde el plan de pago a proveedores. Las principales patronales suministradoras de la Administración calculan que el montante puede alcanzar los 12.000 millones para 2012. Por eso, Hacienda ha establecido que una parte del Fondo de Liquidez Autonómico se destine a saldar estas cuentas, lo que aumenta aún más las deudas de las autonomías.