El exministro de Finanzas griego Yanis Varufakis ha dado este sábado las "gracias" a los españoles por no creerse "las mentiras" del ministro de Economía, Luis de Guindos, ni del presidente en funciones, Mariano Rajoy cuando dijo: "esto es lo que tendréis si votáis al Syriza español", en referencia a Podemos. En una intervención en la conferencia europea contra la austeridad que este fin de semana se celebra en Madrid, Varufakis se ha mostrado favorable a la coalición de movimientos de izquierda como alternativa para democratizar y estabilizar Europa, y para salir "de la noche oscura" en la que se encuentra.
Para el exministro griego, la izquierda no sería suficiente en esa alianza y ha planteado incorporar a verdes, socialdemócratas y liberales. Varufakis está convencido de que los partidos tradicionales no pueden ofrecer una solución y ha apostado por un Gobierno europeo capaz de pelear por los derechos de los ciudadanos. El exministro ha insistido en las "mentiras de mi amigo Luis De Guindos" pero también de la troika y del Eurogrupo que, en sus palabras, "no tiene ni idea" de lo que pasa en Europa. "Hemos cometido un error", ha reconocido el exministro, y es haber dado demasiada "credibilidad" al 'establishment' europeo, a los que ha tildado de "incompetentes".
Varufakis ha asegurado que nunca predijeron el colapso de 2008 y cuando llegó se "murieron de miedo" y descargaron su "rabia" contra los países más débiles. El exministro ha afirmado que "Europa se está desintegrando y se está muriendo", y ha hecho hincapié en que los últimos años de la eurozona han sido una "comedia", donde a nadie le importó que la economía cayera un 30 %. Varufakis ha insistido en acusar a la troika de difundir el miedo y de tener "planes B" para amenazar al Gobierno y difundir el miedo en España y en Portugal, con los niveles más bajos de inversión.
El exministro ha expresado su convencimiento de que Europa se está muriendo y ha pedido "modestia, honestidad y autocrítica" para salir del abismo. Varufakis ha comentado que cuando era ministro "alguien importante" en Bruselas le reconoció que los planes de austeridad no funcionaban, pero le explicó que había "tanto capital político" en juego que había que aceptarlo para no poner en entredicho la credibilidad.