El fabricante de aviones europeo Airbus empieza el año con 7.780 aeronaves pendientes de entregar, un 37% más que Boeing, con 5.662 pedidos sin completar, según datos de las propias compañías. El 2019 ha sido un ejercicio turbulento para la estadounidense por la crisis de uno de sus modelos estrella, el 737 MAX, que entre 2018 y 2019 sufrió dos accidentes mortales en Etiopía e Indonesia por un fallo en su software. Este suceso ha desestabilizado su negocio, con una fuerte caída en los pedidos, y ha reforzado el de su principal competidor, Airbus.
El grueso de los aviones que Boeing tiene pendiente producir y entregar pertenecen a la familia del 737. En concreto, 4.591 aeronaves, lo que representa más del 80% de sus pedidos. El fabricante ha ralentizado el ritmo de entregas del controvertido modelo durante este año hasta que finalmente, hace unas semanas, decidió detener temporalmente su producción. Esto significa que para los primeros meses del año, Boeing cuenta con apenas 1.071 encargos.
En marzo del pasado año, la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos prohibió volar a los aviones de este modelo hasta nuevo aviso y lleva meses inspeccionándolo con la aparición constante de nuevos fallos. Esto pone en una situación delicada a aerolíneas como Ryanair, con fuerte dependencia del este avión para sus más de 2.400 vuelos diarios.
Ante tal panorama, la compañía aérea cerrará al menos cinco bases el próximo año, tres de ellas en España (Gran Canaria, Tenerife Sur y Lanzarote). Norwegian también resiste reduciendo costes a través del cierre de bases y la destrucción de empleos. La compañía aérea noruega se deshará de su base en Madrid este enero, mes en el que Ryanair también echará el cierre a las tres bases en España.
International Airlines Group (IAG), el holding al que pertenecen Iberia y Vueling, firmó el pasado junio -pese a conocer la delicada situación- una carta de intención con Boeing para integrar a su flota 200 aviones B737 entre 2023 y 2027 por 24.000 millones de dólares. Se trata de uno de los pedidos que previsiblemente se mantendrá paralizado ante el último anuncio de Boeing de suspender la producción.
Airbus 'saca tajada'
Hasta el 30 de noviembre, Airbus contaba con 7.570 aviones pedidos sin entregar, a los que en diciembre se sumaron otros 210. En el último mes del año, las aerolínea estadounidense Spirit Airlines acordó con el fabricante europeo la compra de 100 nuevos aviones de la familia A320neo, con opción de otros 50 más. A su vez, Air France-KLM confirmó el pedido de 60 aviones A220 que negociaban desde hacía cinco meses y United Airlines le encargó 50 unidades del modelo A321XLR para renovar su flota.
Estas últimas compras de varios miles de millones de euros han reforzado las cuentas del grupo aeronáutico en la recta final del año, engordando a su vez el listado de aeronaves pendientes de fabricar. Airbus ya se benefició a mediados de 2019 de la cancelación de un pedido de la aerolínea árabe Flyadeal a Boeing valorado en 5.900 millones de dólares. La 'low cost' sustituyó los 50 aviones 737 MAX que esperaba por 30 A320 Neo de Airbus.