Optimismo generalizado en los mercados cuando se trata del sector bancario. Las entidades financieras del principal selectivo español, el Ibex 35, firman una racha alcista de cuatro días que ha servido de balón de oxígeno ante su nefasto año bursátil.
En menos de una semana, Sabadell y Bankia se han anotado subidas superiores del 11,5%. En este 'rally' el siguiente banco es CaixaBank, con un 9,4%; Bankinter, con un 9,2%, BBVA, con un 7,3% y Santander, con un 6,4%.
Dicho optimismo coincide con dos pruebas de fuego para el sector. Por una parte, el dictamen del abogado del TJUE y por otra, la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE).
Muchas voces dan por hecho que Mario Draghi bajara otros 10 puntos básicos la facilidad de depósito, que es lo que se le cobra a los bancos por tener guardado su dinero, hasta el 0,5%. Esto sería un shock para la banca porque ya aguanta suficiente presión en los márgenes actuales y es por eso que el mercado considera que de producirse, el BCE lo contrarrestaría con una medida escalonada para estos tipos.
Por otro lado, hay expertos como Gilles Möec, economista jefe de AXA IM, que consideran que es "poco probable que la base de dicho paquete sea otro recorte de la tasa de depósito".
Esta misma firma de análisis expone que este recorte no va a estimular mucho la economía y aboga por comprar bonos bancarios. No obstante, lamenta que la vía preferida del BCE será ser más generosos "en la subasta de liquidez entrante".
Japonificación de Europa
Paul Brain, responsable de renta fija en Newton, parte de BNY Mellon Investment Management, cree que Draghi irá hacia el proceso de japonificación de Europa, ante la posibilidad de bajar más los tipos.
"La persistencia de los tipos de interés negativos plantea dudas sobre la estabilidad económica y, en el contexto de la desaceleración actual, el BCE está explorando los límites de la política monetaria mientras advierte de que será necesario tomar más medidas", añade el experto.
En este sentido, agrega que es "poco probable que un leve recorte de los tipos de efectivo (de, quizás, 10 puntos básicos) logre reactivar la economía europea y, por el contrario, reforzará la estructura de tipos de interés negativos tan perjudicial para el sector bancario y para los ahorradores".
"Si bien otras medidas de estímulo, como las compras de activos o las inyecciones de liquidez en el sector bancario, podrían resultar más eficaces, son cada vez más las voces que reclaman que los gobiernos den un paso al frente y aumenten el gasto público", concluye.