Los grandes bancos resisten la amenaza de intervención para pagar por los depósitos. Ninguno de los cinco grandes bancos de España (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter) tiene en su catálogo el tradicional producto de ahorro y todos alejan una guerra del pasivo pese a las subidas históricas de los tipos.

El caos político para formar un nuevo Ejecutivo y la posibilidad de repetición electoral descargan la presión, al menos en el corto plazo, para que el sector traslade a los depósitos el encarecimiento del dinero.

El Gobierno, ahora en funciones, metió a la banca en campaña electoral antes del 23-J. Incluso amenazó a las entidades con obligarlas por ley a remunerar los depósitos, como ya ocurre en otros países como Francia y Bélgica.

En Reino Unido el regulador también está presionando a los bancos para que trasladen el aumento de tipos al pasivo y tomará “medidas contundentes” para forzarlo si no está justificado. De hecho, se investiga el interés que pagan los nueve principales bancos, entre ellos Santander y TSB, la filial británica de Sabadell.

¿Pagar menos para dar crédito más barato?

Los banqueros se obcecan en que el retraso se debe a que existe abundante liquidez y no hay necesidad desde el punto de vista del negocio de captar depósitos. Incluso, como apunta el director financiero de uno de los grandes bancos españoles, se empieza a deslizar el mensaje de que es preferible conceder crédito más barato a remunerar el ahorro tradicional.

Se plantea una especie de trasvase desde las rentas con más ahorros a las que necesitan endeudarse, como señalan desde una de las grandes entidades del Ibex.

"Los banqueros se han mostrado cautos para referirse a la incertidumbre política. De momento, ganan tiempo para aprovechar los aumentos de los tipos de interés

“No creemos que en el corto plazo haya que remunerar los depósitos a los particulares. Hay tanta liquidez que los depósitos no son un recurso escaso”, afirmó rotundo Onur Genç, consejero delegado de BBVA, el pasado viernes en la presentación de resultados.

Apuesta por otros productos

Ese mismo día, su homólogo de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, dejaba clara la apuesta de la entidad por otro tipo de productos, como los fondos de inversión, que dan más rentabilidad al cliente, pero que también ofrecen jugosas comisiones a los bancos. “La manera de ahorrar no es el depósitos bancario”, sentenció el consejero delegado de CaixaBank.  Los banqueros coinciden en que tampoco hay necesidad de financiar a la economía ante la caída de la demanda en un contexto de tipos elevados.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) investiga si el retraso se debe al impuestazo. En caso de que las conclusiones se publicaran con un Gobierno en funciones, las posibilidades de legislar serían reducidas y la banca ganaría tiempo para seguir mejorando la cuenta de resultados por la inercia de los tipos.

Amenazas

La mayor amenaza para la banca sería que Pedro Sánchez repitiera un Gobierno de coalición con Sumar (con quien concurrió Podemos al 23J). Tanto PSOE como Sumar llevaban en sus programas electorales la escasa remuneración en el tradicional producto de ahorro y amenazaban con intervenir el mercado para garantizar la competencia. En el caso de que fuera Alberto Núñez Feijóo el que formara Gobierno, el foco sobre los depósitos se podría alejar y las posibilidades de intervención se reducirían.

En cualquier caso, la incertidumbre política que se abre paso en España tendrá en vilo al sector bancario. De momento, los banqueros han optado por la cautela. Incluso algunos, como César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell, declinaron pronunciarse sobre el panorama político pese a ser cuestionado en varias ocasiones. "Queremos reglas claras", instó Héctor Grisi, consejero delegado de Banco Santander, al nuevo Gobierno sea del color que sea.

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