La disputa entre las vicepresidentas primera, Nadia Calviño, y segunda, Yolanda Díaz, por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) vuelve a enfriar la opción de hacerlo de forma "inmediata", como defiende Trabajo. Tras lograr Díaz que el debate sobre el SMI se abriera ya para 2021 y no para 2022, como en un principio defendió la ministra de Asuntos Económicos, el choque entre ambos ministerios vuelve a estar sobre la mesa. Esta vez, las diferencias están entre subir el salario mínimo ya en septiembre o esperar a octubre, para aplicarlo en los últimos tres meses del año.
Así, este lunes Calviño dejaba claro en una entrevista en TVE que la idea del Gobierno es llegar a un acuerdo sobre la subida en septiembre para que "ese aumento pueda ya aplicarse para octubre, noviembre y diciembre de este año", y sin efectos retroactivos para el presente mes. Una tesis con la que no está de acuerdo Díaz, que pretende aprobarlo de forma "inmediata" y que además tenga efecto desde el 1 de septiembre.
De hecho, según fuentes sindicales presentes en la reunión de este lunes para hablar del aumento, el secretario de estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, volvió a insistir en esa fecha, pese a las declaraciones previas de la vicepresidenta primera, por el que el desacuerdo entre Economía y Trabajo vuelve a salir a la luz. Del lado del último están los sindicatos, que creen estar todavía "a tiempo" para lograr su aprobación y entrada en vigor en este mes. Eso sí, difieren en la cuantía de la subida.
El debate de la cuantía
La división en el seno del Gobierno por el momento en el que hay que aprobar el aumento del salario mínimo ha empañado el debate abierto con los representantes de los trabajadores, que insisten en su propuesta de elevarlo este año 25 euros, hasta los 975 euros al mes, frente a la horquilla máxima que está dispuesta a utilizar el Ejecutivo.
El Gobierno no tiene previsto aumentarlo más que entre los 12 y 19 euros que fijó el comité de expertos, pero su opción preferente es subir en 2021 los 15 euros que puso sobre la mesa en la última reunión, hasta los 965 euros. No obstante, la postura no está cerrada y las fuentes consultadas no descartan una subida de última hora hasta el tope máximo para poder acercarse más a los sindicatos.
Con todo, el objetivo del Ejecutivo es superar los 1.000 euros de SMI al final de la legislatura, aprobando también el incremento de 31 euros en 2022 y de otros 31 euros en 2023. Con ello, se alcanzarían los 1.027 euros.
Tras la reunión entre Trabajo, sindicatos y patronal de este lunes, que concluyó sin conformidad, no va a haber más encuentros formales para este asunto. Reconocen los sindicatos no obstante que "va a haber contactos" extraoficiales, a la espera de poder alcanzar un acuerdo. El Gobierno, sin embargo, no necesita el visto bueno de ninguna de las partes para aprobar la subida; pero sí necesita que el acuerdo ocurra en el seno del Ejecutivo. Por ahora, la división entre Calviño y Díaz lo complica.
