Economía

La COAG calla al Gobierno y pincha sus estadísticas: el campo ha perdido un 15% de renta en 20 años

En diciembre, el Gobierno publicó un informe en el que aseguraban que la renta agraria había subido un 11%. Ahora la COAG responde y revela que realmente ha bajado un 15% en 20 años

  • Un hombre lleva una caja de naranjas -

Para sorpresa de muchos trabajadores del sector agrario, y sin querer ver la realidad, el pasado 15 de diciembre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación publicó la primera estimación de las cifras macroeconómicas del sector agrario. Allí aseguraban que la renta agraria había subido un 11% durante todo el año 2023, algo que provocó el escándalo de decenas de asociaciones del sector. Ahora, la COAG (la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) ha respondido al Gobierno con un informe completo realizado por ingenieros expertos. Y sus datos revelan una situación muy diferente.

Aunque es cierto que del 2022 al 2023 la renta de los trabajadores agrícolas y ganaderos ha subido (desde COAG aseguran que el aumento es de un 5,5% y no de un 11%), la realidad dista mucho de lo que cuentan en el ministerio de Luis Planas: "Si abrimos el foco y observamos la evolución en términos reales desde 2003, se puede concluir que, en 20 años, el sector ha perdido un 15% de la Renta Agraria en términos reales", se lee en el informe ofial de COAG a la publicación del Gobierno.

Según se puede leer en el estudio, la renta del año 2003 era de 26.323,90 euros. En cambio, este año, con la inflación disparada y ahogando especialmente al sector del campo, la renta real de los agricultores y ganaderos es de 22.324,97 euros, un 15% menos que al principio del siglo. Es decir, el dinero de los agricultores vale ahora mucho menos que hace 20 años, no solo porque la renta sea menor, sino porque además la inflación está devaluando ese dinero.

La renta del año 2003 era de 26.323,90 euros. En cambio, este año, con la inflación disparada y ahogando especialmente al sector del campo, la renta real de los agricultores y ganaderos es de 22.324,97 euros

A la COAG le preocupa el empleo

Pese a los malos datos que existen en realidad con respecto a la renta agraria, lo que más preocupa a la COAG son los malos datos de empleo. Han visto un fuerte retroceso en el número de empleos en el sector, concretamente, un 5,5% menos en 2023 frente a 2022, -42.600 UTA). El número de Unidades de Trabajo Agrario (UTAs) en el sector está un 6,6% por debajo de la media de los últimos 5 años, que acentúa la significativa pérdida de activos en 20 años (-215.000 UTA).

Y por supuesto, también culpan de la mala situación del sector a la PAC, los pactos europeos en materia agrícola, a la que definen como "un infierno burocrático y un verdeo de escaparate que aceleran el proceso de uberización del campo español".

Las asociaciones denuncian el maquillaje del Gobierno

El dato aparentemente tan positivo que lanzaban desde el gobierno a principios del mes pasado sobre la renta y el crecimiento del sector agrario produjo una gran sorpresa entre los protagonistas. Los propios trabajadores y representantes del campo no daban crédito al resultado de este informe. "Esto es jugar con los datos, maquillar la realidad, nuestra realidad", contaba entonces Carlos Bueno, secretario General de la asociación agraria Alma Rural y también portavoz de SOS Rural, a preguntas de Vozpópuli sobre la publicación de estos resultados.

La generalizada crítica del sector viene porque en el ministerio están, entre otras cosas, "contemplando ingresos por subvenciones" en esa estimación de la renta agraria, con el objetivo, dicen, de "esconder la realidad". La verdad es que los agricultores y ganaderos trabajan desde hace meses a pérdidas, como ya se ha contado en innumerables ocasiones.

La generalizada crítica del sector viene porque en el ministerio están, entre otras cosas, "contemplando ingresos por subvenciones" en esa estimación de la renta agraria

"Quiénes sí están teniendo un buen negocio este año son los intermediarios, que también se contemplan sus cifras dentro de los datos del sistema". Es decir, las buenas cifras se están inflando porque se incluyen en los datos el crecimiento "disparado" de otras fases de la producción, entre ellos las centrales de compra y las grandes superficies. Así, fuentes consultadas arremeten contra el Gobierno: "Es más fácil dar datos para camuflar todo sin decir la verdad".

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