La industria española del automóvil está en plena transformación, con un horizonte marcado por el coche eléctrico que va a marcar y a cambiar casi por completo un tejido industrial que supone el 10% del PIB nacional. Un impacto, el del coche eléctrico, en el sector que se espera provoque una reducción del 8% en el número de empleos en España, que pasaran de 344.000 en 2019 a 315 en 2030, según un estudio de Boston Consulting (BCG).
No obstante, según otro estudio -"Transición hacia el vehículo eléctrico. Observatorio del empleo", presentado por la asociación empresarial de la movilidad eléctrica (Aedive)- no todo va a ser negativo. La industria se beneficiará del desarrollo del vehículo eléctrico, ya que habrá un trasvase de mano de obra desde el sector tradicional del automóvil hacia industrias relacionadas con la energía y las infraestructuras de recarga.
Por ello, según ha explicado el responsable Energía y Bienes Industriales de BCG, Mark Schmidt, será preciso poner en marcha un plan de formación que permita adecuar a los trabajadores a las nuevas necesidades de la industria, que en total BCG estima en 165.000 personas. El sector del automóvil tradicional representa en España el 91% de esos 344.000 empleos, frente al 9% de las industrias anexas, como productores de energía o empresas de reciclaje.
La transición hacia el vehículo eléctrico generará un trasvase de puestos de trabajo entre esos dos ámbitos, que contribuirá a compensar los efectos negativos de la pérdida de volumen de producción, de la productividad y, sobre todo, de la deslocalización, ha explicado Schmidt. Sectores como la energía y la infraestructura de recarga tendrán una gran necesidad de mano de obra en los próximos años, ha añadido.
El Plan 3 Millones, en el olvido
El informe constata el impacto negativo que ha tenido la covid-19 en un sector que antes de la pandemia producía en España alrededor de 2,9 millones de vehículos con un plan que preveía alcanzar los tres millones de coches producidos en España, un nivel que no se espera que se recupere antes de una década y que difícilmente volverá a acercarse a esos tres millones.
Y es que el estudio descarta que se recupere a niveles previos a la pandemia, y por el contrario prevé que se mantenga constante en aproximadamente 2,4 millones de unidades al año. De este modo, el parque automovilístico en España aumentaría solo un 1,1 % anual durante los próximos diez años, unos 32 millones de automóviles matriculados en 2030.
En 2020, señala el estudio, alrededor del 92% de los vehículos producidos en España estaba equipado exclusivamente con un motor de combustión interna, proporción que caerá de forma drástica en 2030 hasta el 2%. En esa fecha, la proporción de vehículos eléctricos de batería (BEV) y de vehículos híbridos enchufables (PHEV) será de alrededor del 68% y el 30% restante serán vehículos eléctricos híbridos (HEV), lo que supone un incremento de la producción de un 52% al año de vehículos eléctricos con baterías en España.
En la recuperación desempeñarán un papel fundamental los vehículos eléctricos, no sólo en España sino a escala global, por la necesidad de reducir las emisiones de carbono. Se estima que en 2026 los eléctricos representarán más de la mitad de los vehículos ligeros vendidos a nivel mundial, mientras que para España, esta cifra de mercado podría adelantarse incluso a 2025
Desglosados los datos de empleo del sector, en España el 71% de los puestos de trabajo tiene relación con la mano de obra para la producción y operaciones relacionadas con la fábrica, y solamente un 9% en la parte de ingeniería, lo que refleja la posición de España en el sector de automoción como actor clave en la fabricación de vehículos, pero con menos peso en la parte de desarrollo.