El comercio no cree en las medidas de ahorro energético que este lunes ha aprobado el Gobierno. Entre las que incumben a los comercios y grandes almacenes -así como a cines o transportes-, el Ejecutivo ha avanzado que obligará a limitar el aire acondicionado en verano a 27 grados como mínimo, al tiempo que en invierno no permitirá poner la calefacción por encima de 19 grados.

En su comparecencia, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, explicaba que esta medida forma parte del paquete de medidas del decreto ley que se aprobará en septiembre, relativas "al ahorro y eficiencia de los edificios", con el objetivo de reducir el consumo energético en el contexto de la guerra de Ucrania. El control de las temperaturas máximas y mínimas es algo que, desde el principio y antes incluso de su puesta en marcha, no está convenciendo a los comerciantes. "Es una medida improvisada, sin demasiada trascendencia", explica consultado por Vozpópuli el portavoz de la Confederación Española de Comercio (CEC), Carlos Moreno.

Para la CEC, uno de los puntos débiles de esta nueva norma es que "no nos la han consultado en ningún momento, pese a que Maroto -la ministra de Industria, Comercio y Turismo- nos prometió hace dos años que iban a diseñar una mesa consultiva de comercio". A juicio de esta patronal del pequeño y mediano comercio, se trata de una medida "que se ha tomado forma improvisada, son medidas de poco calado y que no se pueden tomar sin consultar".

"Si se quieren tomar medidas, perfecto. Se ha hablado a todos los partidos, por ejemplo desde el sector de los electrodomésticos, del Plan Renove, que reduce el consumo también en los hogares. Son cosas tan sumamente serias que no hay que improvisar y que suenen a broma. Es otra piedrecita más en el camino del comercio", apunta Moreno.

Desde la patronal del textil, Acotex, consideran además que la limitación de la temperatura podría afectar a sus ventas. Según su presidente, Eduardo Zamácola, "Estamos haciendo un esfuerzo muy importante por hacer de nuestras tiendas un espacio físico que sea atractivo, que el cliente esté cómodo, y con temperaturas que no se adecúan a las necesidades de los clientes nos preocupa que venga menos a los comercios". El portavoz de las empresas textiles insiste en que "también tenemos que pensar en nuestros trabajadores que van a estar ocho horas al día atendiendo al público y tienen que tener la temperatura idónea".

¿Cómo se va a controlar el cumplimiento de estas medidas? Según ha adelantado Ribera, las tiendas tendrán que disponer de carteles que anuncien las medidas puestas en marcha y "un termómetro visible que permita que todos lo podamos comprobar".

El comercio apagará los escaparates a las 22 horas

Además de la medida relativa a la temperatura, que deberá aplicarte con siete días de margen desde la publicación de la norma (vigente hasta octubre de 2023), el Gobierno tiene previsto aprobar la norma para que las puertas de los comercios tengan cierres automáticos, antes del 30 de septiembre. Con esto, el Ejecutivo apunta a que "impedirá que se queden abiertas permanentemente, con el consiguiente despilfarro por pérdidas de energía al exterior".

Asimismo, el alumbrado de los escaparates de los establecimientos tendrá que estar apagado a las 22 horas. "Esta disposición también se aplicará a los edificios públicos que estén desocupados en ese momento. Igualmente tendrán siete días para cumplir y lo tendrán que hacer hasta el 1 de octubre de 2023", explican desde el Gobierno.

Como ha anunciado el Ejecutivo, aquellos inmuebles que hayan pasado la inspección de eficiencia energética antes del 1 de enero de 2021 "deberán someterse a una revisión extraordinaria antes del 31 de diciembre de 2022, de modo que todos los edificios con un consumo de climatización relevante hayan superado una inspección en los últimos dos años".

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