La crisis económica provocada por el coronavirus ha provocado la destrucción de 76.999 empresas en España desde febrero, una cifra que se acerca a la pérdida de empresas que sufrió el país en los peores años de la crisis: 94.183 compañías se desintegraron entre 2008 y 2012.
Aunque muchas han tratado de sobrevivir al parón de la actividad y la crisis económica provocada por la pandemia aplicando Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), pidiendo financiación -en algunos casos avalada por el ICO- y acogiéndose a las moratorias de impuestos, el país ha perdido 76.999 compañías desde entonces, que no han sido capaces de sobrevivir a la situación.
Éste es el saldo que queda después de contar las nuevas empresas que se han constituido en este periodo -sobre todo durante el verano en que se ha ido recuperando poco a poco la actividad- y todas las que han desaparecido, principalmente en los meses de marzo y abril, con el confinamiento forzoso y el enfriamiento de la economía.
"En general, los efectos de las crisis sobre el tejido empresarial no son inmediatos sino retardados y acumulados en el tiempo, y más como ha sucedido ahora que se ha aprobado una moratoria en los concursos de acreedores hasta fin de año. No obstante, la crisis actual es tan intensa que hay empresas que están desapareciendo y otras muchas tendrán muchas dificultadas para subsistir; sobre todo, las de pequeño tamaño o aquellas que operen en sectores donde el parón de la actividad y demanda ha sido muy fuerte", explican a Vozpópuli fuentes de la CEOE.
El peor julio desde 2013
Del total de empresas que han tenido que echar el cierre y despedir a sus empleados, un 98% son pymes, con menos de 50 empleados; aunque también han desaparecido 707 compañías de entre 51 y 100 trabajadores, un total de 806 firmas de entre 101 y 500 empleados, y 55 empresas que empleaban a más de 200 personas.
Actualmente el país cuenta con 1.412.734 compañías, según los datos publicados este miércoles por el Ministerio de Seguridad Social, el menor número de empresas dadas de alta a la Seguridad Social de un mes de julio desde el año 2013.
Para paliar esta merma del tejido empresarial y evitar que continúe, la patronal cree que es necesario "mantener las medidas de liquidez para las empresas y de moratoria fiscal junto con la flexibilización de los ERTE", ya que sino se agravará la crisis y se retrasará aún más la recuperación de la actividad y del empleo.
Que no haya subidas de impuestos
Piden también que no se suban los impuestos a las empresas, ya que sería "contraproducente", ni se reviertan "las reformas que han funcionado razonablemente bien", en alusión a la reforma laboral del PP de 2012.
Ambas políticas estaban en el programa del Gobierno de coalición, pero podrían quedar apartadas para conseguir el apoyo de partidos como Ciudadanos a los Presupuestos Generales del Estado de 2021.
"Otras medidas deberían ir dirigidas a favorecer la creación de nuevas empresas. En este ámbito es fundamental tener un clima favorable a la actividad empresarial, que tendría como ejes básicos un marco regulatorio estable y la seguridad jurídica. Hay que hacer todo lo posible por mantener e impulsar a nuestras empresas, porque, en caso contrario, la economía tardará más en recuperarse y con ello el empleo y los niveles de bienestar de la sociedad", añade la CEOE a este medio.
