El presidente de Renfe, Isaías Taboas, y la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, han dimitido por el escándalo de los trenes en Cantabria y Asturias, como ha adelantado Cadena SER y ha confirmado Vozpópuli. Cabe recordar que Pardo de Vera era presidenta de Adif hasta el verano de 2021.

Las dimisiones tienen lugar poco después del escándalo político derivado del mal diseño de los trenes de Asturias y Cantabria, aún por fabricar pero que no entraban en los túneles de ambas comunidades autónomas. Tras las protestas de los presidentes de las dos regiones, Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla, el Ministerio de Transportes anunció el cese de dos cargos de Renfe y Adif, aunque voces internas consultadas por este diario manifestaron su indignación por la decisión, al considerar que se trataba de “cabezas de turco”.

Tras estos ceses de mandos intermedios, la crisis se ha saldado con la salida de quienes eran los máximos dirigentes de las dos compañías públicas en el momento en el que el proyecto se puso en marcha. Según Transportes, "el relevo permitirá poner en marcha un cambio con el que el Ministerio quiere comenzar una nueva etapa tanto en la Secretaria de Estado de Mitma como en el operador ferroviario". El Ministerio ha avanzado que el nuevo secretario de Estado será David Lucas, que desempeñaba hasta hoy el cargo de secretario general de Vivienda. El nuevo presidente de Renfe, por su parte, será Raül Blanco que fue hasta diciembre de secretario general de Industria y Pyme del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y fue cesado por la ministra, Reyes Maroto, tras encargarse del PERTE del coche eléctrico.

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha comunicado las dimisiones a los presidentes de Cantabria, Revilla, y el de Asturias, Barbón, en la reunión mantenida con ellos este lunes en Madrid. Con ellas, ha dado por asumidas las responsabilidades de la chapuza de los trenes. "Se produjo un error, que se detectó en febrero de 2021 y se ha tardado mucho tiempo en corregirlo, un tiempo inasumible. Yo tuve conocimiento poco antes de que lo conociese la opinión pública y me trasladé al día siguiente a Cantabria a dar la cara y pedir disculpas", ha dicho.

Tras el encuentro, la ministra ha anunciado que el Gobierno central transferirá recursos a través de los Presupuestos Generales del Estado a los Ejecutivos de Asturias y Cantabria como compensación por los errores de los trenes, que irán destinados a la bonificación del servicio de cercanías.

La crisis de los trenes asturianos y cántabro tiene su origen en las indicaciones erróneas que la empresa fabricante, Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), recibió por parte de Renfe. Desde esta empresa pública aseguran que remitieron un documento de Adif titulado Declaración sobre la Red, con una serie de aspectos técnicos de las líneas ferroviarias en España. Dicho documento no incluye especificaciones para los gálibos -las medidas que deben tener los trenes para cumplir con las medidas de seguridad-, sino que remite a una orden ministerial que Fomento -actual Ministerio de Transportes- aprobó en julio de 2015.

Voces internas de ambas instituciones se culpan respectivamente del error que propició el diseño incorrecto de los trenes de Asturias y Cantabria: desde Renfe afirman que las medidas propuestas por Adif eran poco precisas, mientras que desde Adif afirman que los gálibos que remitió Renfe hacen referencia a nuevas obras o de acondicionamiento.

Este fin de semana, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha aprobado una orden que permite la aplicación del “método comparativo” en el diseño y fabricación de los 31 nuevos trenes de ancho métrico para las redes de Cercanía de Asturias y Cantabria. Dicho método consiste en diseñar la sección de los nuevos trenes a partir de las medidas de los modelos que actualmente circulan por la red, de forma que no haya posibilidad de error, y se reduzca la demora de la fabricación de los nuevos convoyes lo máximo posible.