Uno de los problemas que tenía el MidCat, el mediático gasoducto que pretendía conectar España con Francia por los Pirineos, era la factura. El Gobierno de Emmanuel Macron debía poner cerca de 3.000 millones para que el gas natural que había en territorio español llegase hasta el centro de Europa por su territorio. Pero el MidCat ya es historia. El foco ahora está en el ‘BarMar’, un gasoducto al que se le ha puesto la etiqueta de verde para poder pasar la factura a Bruselas.
La Comisión Europea está preparada para poder financiar este gasoducto que conectará Barcelona con Marsella. Desde Bruselas se espera a los detalles que comunicarán España, Francia y Portugal para ser más concretos con su intervención en este acuerdo político. Las primeras píldoras que adelantaron los protagonistas encajan como proyecto de interés común (PIC), grandes infraestructuras transfronterizas que suelen ser exigentes en cuanto a los recursos y que requieren muchos años para completarse, pero benefician a muchas personas en las regiones en las que se desarrollan. Y que, principalmente, contribuyen a lograr los objetivos europeos de política energética y clima.
“En principio, vemos bien financiar proyectos que ayuden a cumplir los objetivos del RePower EU”, explicaba este lunes Tim McPhie es portavoz de Acción Climática y Energía de la Comisión Europea. “Como se hace mención en la regulación de red transeuropea de energía (RTE-E), no podemos financiar proyectos destinados a hidrocarburos pero sí se puede participar elegir infraestructuras destinadas al hidrógeno en los proyectos de interés común (PIC). Nuestra próxima lista de estos proyectos llegará en noviembre de 2023”, explicaba el representante de Bruselas.
Para España, Francia y Portugal el desarrollo de un gasoducto marítimo que conecte Barcelona con Marsella (BarMar) es la opción más directa y eficiente para conectar la Península Ibérica con Europa Central. El hidrógeno es el uso principal que los tres países quieren dar a esta infraestructura. Aunque no será la única. Sánchez, Macron y Costa reconocieron en su comunicado conjunto que el BarMar debe estar técnicamente adaptado para transportar otros gases renovables, así como “una proporción limitada” de gas natural como fuente de energía temporal y transitoria.
En el último presupuesto plurianual de la Unión Europea, la sección de energía del Mecanismo “Conectar Europa” incluye fondos por un importe de 5.830 millones de euros para redes de energía transeuropeas y proyectos transfronterizos en el ámbito de la energía renovable. “Ya sea en tierra o en el mar, la planificación y ejecución colaborativa de infraestructuras energéticas es crucial para el mercado interno y para dar respuesta a retos actuales como nuestra necesidad cada vez mayor de electricidad (generada a partir de energía renovable) y la eliminación gradual de los combustibles fósiles”, explican los presupuestos. Y en esa guía encaja mejor una infraestructura para hidrógeno que para gas natural.
¿Cuánto cuesta el 'BarMar'?
Días después del anuncio, las dudas siguen rondando sobre cuánto puede costar una infraestructura de esta magnitud. Las dudas se resolverás el próximo 9 de diciembre. Entonces, se reunirán los presidentes de España, Francia y Portugal para decidir el calendario, las financiación y los costes relacionados con el ‘BarMar’. Mientras, Teresa Ribera y sus homólogos de ambos países mantendrán conversaciones hasta esa fecha para poder concretar la puesta en marcha de esta infraestructura.
Hasta entonces, sólo serán estimaciones. El día del anuncio de este acuerdo político desde el sector explicaban a Vozpópuli que el gasoducto verde de este tendría un coste que rondaría los 1.750 millones de euros. Una cifra que se fundamenta en la inversión que se cifró en un primer momento para la interconexión eléctrica submarina proyectada entre España y Francia por el Golfo de Vizcaya. De esta partida, 578 millones están financiados por la Unión Europea y es un recurso que volverá a estar encima de la mesa.