El Gobierno recula. El Consejo de Ministros ha dado luz verde este mismo martes a la OPA del fondo australiano IFM por el 22,6% de Naturgy. Una aprobación que, según explicaban fuentes gubernamentales a Vozpópuli este lunes, no se esperaba hasta después del parón veraniego. Finalmente, este mediático proceso se ha incluido en la última reunión del Ejecutivo y confirma su visto bueno con condiciones asumibles para el pretendiente de la energética.
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha sido la encargada este martes de enumerar las condiciones para la toma de control de Naturgy. “Durante los cinco años siguientes a la liquidación de la OPA, IFM deberá en la Junta de Accionista apoyar la inversión de la sociedad a los proyectos dedicados a la Transición Energética en España que generen valor”, destacaba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Entre el resto de condiciones se incluye mantener la sede social en España y una parte significativa de la plantilla en el territorio. Además, el Ejecutivo exige a IFM que respalde una política de dividendos prudente y una apuesta de endeudamiento encaminada a mantener la calificación crediticia de Naturgy en grado de inversión.
El fondo de pensiones de los estibadores australiano no podrá apoyar ninguna venta o desinversión que implique la pérdida de control de actividades tan estratégicas como el transporte y la distribución de gas y de electricidad. Ribera también ha anunciado que IFM está incapacitado para respaldar cualquier propuesta de exclusión de la cotización en Bolsa de Naturgy. La única condición que deberá cumplir durante tres años, a diferencia del resto que son para cinco.
Cambio de planes
La propia vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos sembraba las dudas sobre esta posibilidad. "Llegará en las próximas semanas”, apuntaba. Una afirmación que los propios interesados en la operación interpretaron que la aprobación llegaría, como mínimo, en el primer Consejo postvacacional del 24 de agosto.
Los inversores tampoco esperaban el visto bueno del Gobierno a la OPA de Naturgy antes de las vacaciones de Moncloa. Este lunes, las acciones de la energética cerraban en 21,67 euros, un 1,8% por debajo de los 22,07 euros que ofrece IFM.
El fondo australiano anunciaba la pasada jornada que ajustaba de nuevo el precio de su oferta por el segundo dividendo que reparte Naturgy entre sus accionistas desde que se lanzó la OPA. La propuesta inicial se elevaba hasta los 23 euros por acción. Este martes, tras la decisión, las acciones repunten un moderado 0,1% hasta los 21,7 euros por acción.
Criteria, un 'aliado' en Naturgy
El visto bueno se esperaba. La duda era cuándo. La decisión de La Caixa de mantenerse como accionista de referencia y aumentar su participación en Naturgy facilitaba el camino. Una salida para que el Gobierno apruebe la operación, lance un mensaje de estabilidad a los inversores extranjeros y el holding que preside Isidre Fainé mantenga la empresa que preside Francisco Reynés en una situación cómoda para Moncloa.
Su hoja de ruta así lo evidencia. La decisión de CriteriaCaixa de, no sólo mantenerse, sino llegar desde el 24,8% que tenía hasta al umbral legalmente fijado para formular una OPA (30%) confirma su voluntad de continuar como el accionista español de referencia de Naturgy. Una españolidad que preocupaba, principalmente, a los representantes de Unidas Podemos en el Gobierno.
Criteria se comprometió públicamente a mantener la empresa cotizada en España (asegurando liquidez a todos sus accionistas); asegurar un Plan Industrial de la compañía -coherente con la Transición Energética Justa- dotando a la misma de suficiente tiempo para su ejecución y priorizando la inversión productiva; mantener la seguridad de suministro energético a España y evitar ventas de negocios de Naturgy sin asegurar su reinversión.
Turno de los accionistas
Una receta que convence en Moncloa y, si la OPA prospera e IFM coloca a dos consejeros en la mesa de gobierno de Naturgy, ofrecerá la estabilidad deseada. Aunque el avance del holding de la Fundación “La Caixa” hasta el 30% se convierte en la mayor dificultad para que el fondo de pensiones de los estibadores australianos logre, como mínimo, comprar el 17% de la energética española.
Además de Criteria, la energética está participada por los fondos GIP (20,6%) y CVC -con el grupo March- (20,7%), la estatal argelina Sonatrach (4,1%) y Norges Bank (1,1%). Esto quiere decir que si las autoridades aprueban la oferta y ninguno de estos inversores institucionales vende, que es más que posible, IFM tendrá poco margen de maniobra para triunfar.