Otra ventana que se escapa. Ibercaja acelerará en su plan B para salir a Bolsa sin la presión de un límite temporal por la alta volatilidad del mercado. El equipo directivo asume que el salto al parqué no se activará este mes y prevé solicitar de forma "inminente" al Banco de España la creación de un fondo de reserva, según fuentes próximas a la operación. Esta opción quitaría presión al banco, que mantendría en el horizonte saltar al parqué. Fuentes de Ibercaja prefirieron no hacer comentarios al respecto.
La cúpula se había fijado finales de este mes como tope para activar la operación antes del 10 de julio. Pero el terremoto bursátil provocado por el temor a una recesión mundial y las dudas sobre la deuda de los países periféricos, como España e Italia, han anticipado el plan B.
En el seno de la entidad, que lleva tiempo negociando con los supervisores la creación de un fondo de reserva, se reconoce que el cambio de rumbo en la política monetaria del BCE ha generado una "fuente adicional de desestabilización" en el corto plazo, frente al impulso que se preveía por la inyección de ingresos en las cuentas de los bancos por la subida de tipos.
El índice de volatilidad se ha disparado en los últimos días y supera los 30 puntos, lejos de la media histórica"
El principal termómetro para decidir la salida a Bolsa, el índice de volatilidad VIX, se ha disparado en los últimos días y ya rebasa los 30 puntos. Los expertos y asesores financieros desaconsejan protagonizar operaciones de salida a Bolsa o ampliaciones de capital si el conocido como índice del miedo supera la media histórica de los 20 puntos.
De hecho, los asesores de Ibercaja en el salto al parqué consideran que la cúpula se ha movido rápido en la negociación con el Banco de España para poder apretar el botón del plan B cuando se agotara la penúltima ventana. Ibercaja tenía la obligación de salir a cotizar antes de finales de 2020, pero el Ejecutivo le concedió un tiempo extra de dos años por la irrupción del Covid.
JPMorgan y Morgan Stanley actúan como coordinadores de la oferta, en la que también participan Bank of America, UBS, Alantra, Keefe, Bruyette & Woods y Société Générale. Rothschild es asesor financiero independiente del banco y Linklaters, asesor legal.
¿Habrá posibilidades en otoño?
La cúpula de la entidad era consciente desde hacía tiempo que no agotaría el plazo en la última ventana, porque con el corsé de finales de 2022 el descuento sobre el precio sería mayor. Sin ir más lejos, la entidad cree que las posibilidades de cotizar en otoño aumentarán con el plan B y la opción de saltar al parqué 'sine díe'.
De tener la luz verde definitiva del supervisor, Ibercaja tendría sobre la mesa una solución híbrida de la Ley de Cajas, que obligaba a las Fundaciones de la antiguas caja a dotar un fondo de reserva o salir a cotizar. El fondo para afrontar una crisis de recursos que tendría que dotar la Fundación Ibercaja ascendería a unos 300 millones para los próximos dos o tres años. La Fundación controla alrededor del 88% del banco.
La entidad elevó hace unos meses el pay out (porcentaje del beneficio destinado a dividendo) del 50% al 65%, lo que facilitará a la Fundación crear el fondo. De hecho, ingresó casi cien millones en dividendo con cargo a 2021.
Ibercaja tiene listos los preparativos para culminar la operación en 24 horas cuando el momento sea oportuno. Antes de la guerra el banco se había marcado en rojo el 11 de febrero como fecha para el debut bursátil y ya se estaba preparando junto con Bolsas y Mercados Españoles (BME) el toque de campana.
