Las elecciones generales al 23 de julio estarán precedidas por varios acontecimientos económicos que soplarán a favor del Gobierno de Pedro Sánchez. El más evidente es la publicación del IPC, que ya ha traído sorpresas positivas este martes, en el avance de mayo. La inflación del 3,2% se confirmará el próximo 13 de junio. Sin embargo, el dato realmente 'favorecedor' para el Gobierno en términos de precios llegará el 29 de junio, cuando el INE anticipe el dato del mes, que confirmará el 12 de julio.
Las previsiones de varios analistas y organismos económicos apuntan a que el dato de junio será el mejor (el más bajo) de los últimos dos años, con un descenso de la inflación al entorno del 2%, una cifra que no se veía desde el primer semestre de 2021. La razón es que el año pasado por las mismas fechas los precios ya subieron con fuerza, por lo que la comparación del nivel actual con el de entonces (la inflación es una variación anual) será más moderado.
Funcas, por ejemplo, plantea en sus últimas previsiones una inflación en junio del 2,2%, y estas previsiones se realizaron antes del avance de este martes, quedando su previsión para mayo incluso tres décimas por encima de la que finalmente ha comunicado el INE. Tras esto, otros analistas ya apuntan a que podría estar incluso por debajo. El 2% es precisamente el objetivo marcado por el Banco Central Europeo (BCE) para alcanzar una estabilidad de precios, un discurso que podría vender el Gobierno de cara a las elecciones del 23-J.
Sin embargo, las previsiones de Funcas también apuntan a que la inflación volverá a subir en la segunda parte del año (el año pasado por esas fechas la inflación empezó a descender por las medidas adoptadas y eso tiene un efecto base 'negativo'), pero esas cifras se comunicarán ya después de las elecciones. El think tank calcula que el año se cerrará con una inflación del 5,2% y la media del 2023 se situará en el 4%.
El empleo y el PIB
Otros indicadores que está previsto que se comuniquen antes del 23-J es la afiliación a la Seguridad Social y el paro, esta vez de la mano del propio Gobierno. El próximo 4 de julio será cuando los respectivos Ministerios, Seguridad Social y Trabajo, publiquen los datos de junio, un mes tradicionalmente positivo en términos de empleo por la contratación o reincorporación masiva de trabajadores en la hostelería para la temporada de verano.
El avance que hizo el Ministerio de Seguridad Social el pasado 16 de mayo ya apuntaba a una nueva cifra récord de afiliados en mayo y una creación de 117.000 empleos en ese mes en términos desestacionalizados (el Ministerio no proporciona el dato de mediados de mes sin esta 'cocina'). Esto anticipa un junio y un cierre del segundo trimestre aún mejor.
Además, el próximo 19 de junio el Banco de España (BdE) revisará sus previsiones para la economía española y, tal y como avanzó el supervisor bancario hace unas semanas, las modificaciones serán al alza. Sus cálculos apuntan a que el crecimiento de la economía este año finalmente estará más cerca del 2% que del 1,6% que proyectó el pasado marzo, confirmando los cálculos del Gobierno, que hasta hace pocos meses todos tildaban de optimistas.
La razón de la revisión al alza está, fundamentalmente, en los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística sobre el PIB, que de manera automática elevan la tasa de crecimiento en 2023, tal y como publicó este periódico. El pasado 28 de abril el INE publicó que la economía creció un 0,5% en el primer trimestre, más de lo previsto, y elevó los crecimientos de los dos trimestres anteriores al 0,4%. Unos datos que, además, confirmará (o revisará) el próximo 23 de junio.
Estos datos también condicionarán las próximas actualizaciones de previsiones que, previsiblemente, realizarán la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y la Comisión Europea en julio, también antes de las elecciones generales. De no producirse grandes cambios, ambas avanzarán ya la recuperación del PIB prepandemia de España, otro mensaje que el Gobierno podrá utilizar a su favor en la antesala del 23-J.
Si se realiza de la misma forma que el año pasado, es muy posible que las previsiones de panel de Funcas (que aglutina a una veintena de organismos económicos) también lleguen antes de los comicios. Lo que el Gobierno no llegará a comunicar por apenas una semana es el avance del PIB y la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre. Asimismo, en la semana siguiente a las elecciones se conocerán la inflación de julio y la recaudación, que también se espera que traigan buenas noticias.
