El precio de los alimentos subió otro 0,4% en mayo, tras repuntar un 0,3% en abril respecto a marzo, según informa este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). La última bajada mensual se produjo en septiembre de 2021. Desde entonces, la compra en el súper se ha encarecido mes a mes.
En esta ocasión, según detalla el INE, ese encarecimiento en términos generales está causado principalmente por el incremento de los precios de la fruta (que subieron un 5,7% en el último mes) y de la carne (0,7%). Entre los alimentos que bajaron respecto al mes anterior destacan las legumbres y hortalizas (un 1,9% más baratas que en abril) y el pescado y el marisco (-0,9%).
Con todo, la cesta de alimentos que compran los españoles fue en mayo un 12% más cara que en mayo de 2022. Esta tasa anual es algo más moderada que la de abril (12,9%) por lo que se denomina "efecto base", pero en realidad los precios, en conjunto, todavía no están bajando.
Una inflación del 3,2%
El Índice de Precios de Consumo (IPC), en general, se situó un 3,2% por encima del dato de 2022, lo que refleja una moderación de la inflación (que implica subida de precios), pues esta cifra fue nueve décimas inferior a la de abril. La subyacente (sin alimentos frescos ni productos energéticos) se situó aún en el 6,1%.
El Ministerio de Asuntos Económicos que dirige Nadia Calviño celebra los datos y destaca este martes que "la inflación ha bajado casi un punto en mayo y se sitúa en el nivel más bajo desde julio de 2021" y "España se mantiene entre los países con menos inflación de la UE".
Al ser la inflación una variación anual de los precios y el 2022 un año en el que ya se produjeron grandes subidas, estos meses las tasas están afectadas por el denominado "efecto base" y se producen oscilaciones continuas. En este sentido, también es importante observar las tasas mensuales.
Respecto al mes anterior, el INE había avanzado una bajada en el IPC de una décima, que finalmente ha corregido como un estancamiento. Ni subida, ni bajada mensual.
En todo caso es una noticia positiva, teniendo en cuenta que en el último mes, entre abril y marzo, los precios subieron, de media, un 0,6%. La última bajada se produjo en enero. En esto tienen mucho que ver los carburantes, que se están abaratando tras las fuertes subidas del año pasado.
Sin embargo, si se excluyen los precios energéticos y de alimentos frescos, los precios siguen subiendo, tal y como refleja el IPC subyacente. Lo que sí puede concluirse es que en este indicador la subida se ha moderado, pues en mayo los precios avanzaron un 0,2%, mientras que en abril lo hicieron un 1%.