El primer revés de Luxemburgo a la Superliga no ha acabado con la alianza entre Joan Laporta y Florentino Pérez. El presidente del F.C. Barcelona estudia ahora seguir dando pasos con su homólogo del Real Madrid como referencia. Más en concreto, de cara a la financiación del nuevo Camp Nou, con un coste cercano a los 1.000 millones de euros y una obra de cuyos adjudicatarios se esperan novedades en el primer trimestre de 2023.
Según ha podido saber este medio, la directiva que encabeza Laporta se ha dejado aconsejar en la materia por la firma de inversión Key Capital, la asesora de cabecera de Florentino Pérez. Por lo pronto, el club blaugrana ya ha alcanzado un acuerdo con la explotadora del futuro Santiago Bernabéu, Legends, para que impulse los asientos y palcos VIP del futuro Spotify Camp Nou. La compañía del fondo americano Sixth Street entró en la explotación del nuevo Bernabéu (hasta el 30% por 20 años) a cambio de una inyección de 360 millones y la garantía de contribuir a una facturación estable de 400 millones al año trayendo eventos como partidos de la NBA y la NFL americanas, entre muchos más.
Fuentes consultadas por este medio apuntan al papel que podría jugar ese acuerdo en la estructura de financiación del nuevo coliseo blaugrana, para el que Laporta pedirá un crédito de hasta 1.000 millones de principal (por los 800 millones del Bernabéu, a cargo de la constructora FCC). El objetivo de negocio para el nuevo estadio que se alistaría en la temporada 2025/2026 es rebasar los 400 millones anuales, por los menos de 200 que ha llegado a generar el Camp Nou.
Las posibilidades van desde un acuerdo con el banco de inversión Goldman Sachs, quien levantaría los 1.000 millones de principal entre distintos inversores a cambio de una cantidad fija anual incluidos los intereses durante alrededor de 30 años una vez terminada la obra (unos 50-60 millones, sin incluir la financiación del Palau), hasta una operación similar a la anterior con otro banco, JP Morgan (el mismo del Madrid), con Sixth Street entre los inversores y/o participantes durante un tiempo del negocio aportando expertise (como en el caso del Bernabéu).
Florentino y Sixth Street, las palancas de Laporta
El fondo americano es la principal palanca de la que se ha valido Laporta para relanzar al club blaugrana: ya le ha cedido el 25% de sus ingresos de televisión en La Liga para los próximos 25 años cambio de 520 millones de euros (de libre uso), la mayor operación financiera del deporte español el último año. La transacción estuvo intermediada por JP Morgan y Key Capital, quien ya acercó a Sixth Street al Real Madrid además de asesorar a Florentino en ACS y diseñar su Superliga. Esta última, contra muchos pronósticos, sigue siendo secundada por Laporta, lo que responde a los crecientes lazos empresariales entre estos archirivales deportivos.
Prueba de la alianza fue la posición finalmente adoptada por Florentino ante la acusación de la Fiscalía contra exdirectivos del Barça por presuntas irregularidades en la compra de Neymar. El ministerio público acabó retirando todos los cargos tras los argumentos expuestos, entre otros, por el propio presidente merengue después de que este levantara hace años las sospechas.
Con Pérez se ha terminado de posicionar Laporta contra La Liga y su acuerdo con el fondo de capital riesgo CVC, el cual le hubiera reportado 280 millones (el 75%, para infraestructuras) por el 10% de los ingresos de televisión en la competición liguera durante 50 años. Y pese a que, según el presidente de la patronal Javier Tebas, le hubiera permitido retener en 2021 a Leo Messi, una marca que reportaba al club español 171 millones al año.
Un riesgo de 1.000 millones tras sacrificar a Messi
"A nosotros nos encantaría que vuelva. Estoy convencido de que su corazón es culé. Si vuelve o no como futbolista, no lo sé. A nosotros nos encantaría, pero esto ya se verá", fueron las últimas palabras del presidente blaugrana sobre el mejor jugador del último Mundial. "No podíamos hipotecar el futuro del club por un jugador", justificó en su día el presidente blaugrana.
Lo cierto es que Laporta sí que ha hipotecado ya al club, a falta de los 1.000 millones del nuevo Camp Nou (1.500 si se añade el Palau). Lo ha hecho, en principio, por mera necesidad y con acreedores, por el momento, diversificados.
Y es que para armar el equipo con el que ha pretendido resucitar al Barça (necesitado ahora, como nunca, de La Liga) ha asumido un riesgo futuro de más de 1.000 millones de euros, de los que la mitad corresponden a lo que el club perderá por la venta de sus derechos a Sixth Street.
La otra mitad corresponde a lo que el propio Laporta se comprometió a abonar esta década a los bonistas de Goldman Sachs -a quienes el club ha llegado a dar el 90% de los mismos derechos de TV como garantía-, descontados los 125 millones que dichos acreedores reclamaron para autorizar la venta durante 25 años a Sixth Street.