Los sindicatos de Lidl no pararán sus protestas tras la huelga prevista para este jueves, a la que, de momento, se han sumado más de 240 tiendas. Los representantes de los trabajadores preparan ya nuevas movilizaciones que se extenderían hasta final de año, según ha podido saber Vozpópuli. En concreto, ya tienen sobre la mesa el plan de convocar concentraciones ante las nuevas aperturas de Lidl; la primera, a finales de junio en Sevilla.
Una movilización que se producirá "si sigue el conflicto" tras la huelga convocada este jueves 4 de abril por CCOO y UGT, que reclaman más protección frente a la pandemia y los "mismos derechos" que los empleados de País Vasco, donde la compañía alemana sí que ha firmado un acuerdo con el sidicato ELA.
En este sentido, los representantes de los trabajadores han aprobado ya de forma interna una "batería de actos" en caso de que la huelga del jueves no surta el efecto que buscan. Tras la concentración de la apertura en Sevilla, habría otras en todas las provincias en septiembre, octubre y noviembre, hasta desembocar en otra huelga en el periodo navideño.
Sumar trabajadores
Con todo, en los últimos días los sindicatos están tratando de sumar más trabajadores y más tiendas que sumen a la protesta más inmediata, la de esta semana, que implicaría el cierre total de más de dos centenares de tiendas el mismo día que llegan a los establecimientos los productos de bazar, muy demandados entre sus clientes. Según los cálculos de los representantes de los trabajadores, las pérdidas para la empresa por el cierre de este día podrían llegar hasta los 800.000 euros.
Al tiempo, también la empresa está tratando, por su parte, de que la huelga no tenga tanta fuerza. Según cuentan fuentes internas a este periódico, la cadena alemana ha enviado una carta personalizada a los trabajadores en la que explica cuáles son las medidas que han tomado estos meses y solicitan que la protesta no sea tal.
Sin acuerdo
Los sindicatos CCOO y UGT vienen denunciando estos días que "no existen protocolos de prevención" para iniciar la actividad de forma segura en secciones recién abiertas al público, como el caso del textil; o que la compañía "ha incumplido" el acuerdo firmado al principio del estado de alarma, en el que se comprometían a pagar las horas extra al 150% reconociendo así el sobresfuerzo que está realizando la plantilla.
Una situación que se vio empeorada de forma súbita cuando Lidl firmó un acuerdo con el sindicato ELA: "Un acuerdo que recoge propuestas sistemáticamente ignoradas por la empresa y que solo es de aplicación en el País Vasco", insisten los representantes de los trabajadores.
En un comunicado hecho público la semana pasada, la compañía se defendía insistiendo en que desde el inicio del estado de alarma su prioridad "ha sido en todo momento garantizar la seguridad y la salud de nuestros clientes y, especialmente de nuestros empleados, siendo muy conscientes del esfuerzo que están realizando en su día a día".
En esta línea, la cadena alemana de supermercados apuntaba que ha implementado "todo tipo de medidas" para garantizar la máxima seguridad, tanto en las 600 tiendas de España como en nuestros almacenes y oficinas.