La elevada inflación desde 2021 ha aumentado el nivel de pobreza en España. La prueba es que se han disparado a niveles récord los hogares que confiesan haber tenido problemas para calentar su vivienda en invierno y enfriarla en verano o para comer productos frescos como la carne y el pescado.
En 2023 un 21% de las familias encuestadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) respondieron que un año antes -cuando los precios de los productos energéticos se dispararon un 28%- no pudieron permitirse mantener adecuada la temperatura de su vivienda. Son 3,3 puntos más que un año antes y 13,3 puntos más que en 2019, cuando sólo un 7,7% de los hogares tenían este problema. Es decir, se han casi triplicado.
Por su parte, el 6,7% reconocieron las dificultades que tuvieron para comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días, un punto más que un año antes y tres puntos más que en 2019. En 2022 los precios de los alimentos frescos o sin elaboración subieron un 11%, según datos también del INE. En 2023 volvieron a subir otro 9%, lo que anticipa un posible incremento de los hogares vulnerables en este parámetro.
En la serie de la encuesta de condiciones de vida del INE, que arranca en 2008, año del inicio de la crisis financiera, no hay registros similares de hogares con estas dificultades para mantener adecuada la temperatura de su vivienda o para consumir carne y pescado. Si se mira por personas, en lugar de por hogares, las cifras son muy parecidas.
Récord también en los precios
Si se comparan los precios de los alimentos frescos ahora con respecto a 2019, se han encarecido un 34%. En cuanto a los precios energéticos, en general los hogares pagarían ahora un 17% más por consumir lo mismo. Los dos componentes, que en términos macroeconómicos componen la inflación subyacente, han subido un 24% de media.
Por productos concretos, la electricidad y el gas natural tienen ahora precios similares a los que tenían antes de la pandemia, pues tras subir con fuerza por la guerra en Ucrania, bajaron. De hecho, el gas natural es ahora un 12% más barato que en enero de 2019. Además, el Gobierno ha mantenido rebajado el IVA, aunque ya está elevándolo progresivamente, lo que incrementará de nuevo el precio.
Sin embargo, dentro de los productos energéticos, lo que sí sigue siendo significativamente más caro a día de hoy que en 2019 son los combustibles líquidos (41%) y los hidrocarburos licuados (butano, propano, etc.), estos últimos un 4% más caros que entonces.
Frente a lo que ha ocurrido con la electricidad o el gas, la compra media que hacen los hogares en el supermercado no ha bajado de precio en 28 meses, algo que prácticamente no ha ocurrido en ningún otro país de la UE. Como consecuencia, la carne de vacuno es ya un 28% más cara; la de cerdo, un 38%; y el pollo, un 29%. El pescado fresco, por su parte, ha subido un 31% respecto a enero de 2019.
Más pobreza en los hogares españoles
Como consecuencia de estos dos factores, el porcentaje de población con carencia material y social severa subió del 7,7% en 2022 al 9% en 2023, la mayor tasa desde 2014 y aquellos en riesgo de pobreza o exclusión social (la denominada tasa AROPE) repuntó medio punto, hasta el 26,5%.
Los más afectados son los menores de 16 años. Un 34,3% de todos los que viven en España está en riesgo de pobreza o exclusión social, uno de cada tres. De nuevo, es la tasa más elevada en prácticamente una década, desde 2014, final de la crisis financiera. El aumento del último año, en 2023, ha sido considerablemente fuerte, de 2,1 puntos.
La tasa de población en riesgo de pobreza o exclusión social subió también en el grupo de 16 a 64 años, aunque de forma más moderada, en cuatro décimas (hasta el 26,4%). Por el contrario, bajó cuatro décimas en el grupo de 65 años y más (20,9%). La renta media de este último colectivo fue la que más aumentó en 2023, un 9,4%, con una revalorización de las pensiones en línea con la inflación desde 2022.
Este fue uno de los asuntos que destacó la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, este lunes en el evento organizado sobre el Ingreso Mínimo Vital (IMV). "Se reduce la situación o el impacto de pobreza en los mayores de 65 años. ¿Tiene algo que ver con la revalorización de las pensiones garantizada por ley? Indudablemente sí.", dijo.
La ministra no mencionó el empeoramiento de la situación de los jóvenes. Sí aseguró que, gracias al IMV, casi un millón de menores están protegidos. También destacó que una medida clave para luchar contra la pobreza infantil ha sido el Complemento de Ayuda para la Infancia: “Ya lo han recibido más de 460.000 familias, no solo perceptoras del IMV", dijo.
El Gobierno trabaja en nuevos datos sobre beneficiarios de esta renta mínima, que publicará este jueves 29 de febrero, ante las críticas recibidas por parte de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) por exponer datos acumulados (todos los que en algún momento recibieron la prestación) y no informar sobre cuántos la reciben a día de hoy.