Naturgy quiere recudir en 1.000 personas su plantilla en España. Así se lo ha trasladado el equipo de Francisco Reynés a los representantes sindicales y que supondría una rebaja del 18% de los 5.400 empleados que tiene la energética en el país.
Según adelantaba Economía Digital, y como confirman fuentes de la compañía a este periódico, se ha presentado a los sindicatos un plan de "bajas incentivadas y voluntarias de 1.000 personas". Los representantes sindicales han recibido esta noticia mientras negociaban con la empresa el nuevo convenio, según detalla Economía Digital, y se han encontrado con este plan de bajas voluntarias incentivadas. Los plazos que se manejan es que este proceso se cierre dos meses después de que concluyan las negociaciones con los sindicatos en tres semanas.
La empresa argumenta este ajusta por la evolución del sector energético (descarbonización, transición energética, mayor competencia…) así como a criterios de eficiencia y digitalización. "La compañía se encuentra en la fase inicial de la negociación del plan con los sindicatos, que contempla la voluntariedad de dichas bajas para lo que Naturgy ofrecerá las desvinculaciones de manera pactada", explican desde Naturgy.
"La voluntad de Naturgy siempre ha sido la negociación con la plantilla y ha estado y está en todo momento dispuesta al diálogo y colaboración con la representación sindical", añaden desde la energética. El ajuste afecta a toda la plantilla y va más allá del plan de salidas voluntarias vigente que afectaba a los empleados más cercanos a la jubilación. Tampoco habrá límites en cuanto a los divisiones de negocio de la compañía, ya que todas sufrirán recortes con la división de generación renovable incluida.
Naturgy vigilada por la OPA
El anuncio del ajuste de plantilla se devela mientras el Gobierno analiza la aprobación de la opa lanzada por el fondo australiano IFM, que pretende pagar 4.922 millones de euros por el 22,6% de la energética. La OPA está ahora en el tejado del Ministerio de Industria. Concretamente, en la Secretaría de Estado de Comercio y Dirección General de Comercio e Inversiones. Estos dos organismos analizan la oferta del fondo australiano al margen del Gabinete de Reyes Maroto, ya que la ministra decidió apartarse de este proceso porque su marido trabaja en Naturgy.
La ‘decisión política’ sobre esta OPA es una manzana de la discordia en el Ejecutivo. Según ha contado este medio desde enero, las ministras Nadia Calviño y Teresa Ribera lideran la defensa de este proceso para no mandar un mensaje negativo al resto de inversores extranjeros. Su oposición será Pablo Iglesias y los representantes de Podemos en el Gobierno, que no quieren facilitar la llegada de un fondo australiano a esta empresa estratégica.
Pero la división llega incluso hasta a los dos hombres de confianza de Pedro Sánchez. Como adelantaba Vozpópuli, las dos personas de máxima confianza del presidente, su director de Gabinete, Iván Redondo; y el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, tienen posiciones enfrentadas con esta OPA.
Redondo no ve con buenos ojos que, tras la llegada de los australianos, el 80% de una empresa tan estratégica como Naturgy esté en manos de los fondos de inversión. El director de Gabinete de la Presidencia del Gobierno considera que esto supondría la pérdida de la nacionalidad de una nueva empresa energética, como ya sucedió con Endesa, y pondrá todo de su parte para retener este activo estratégico. Por su parte, Bolaños discrepa. Y prefiere dar luz verde a la operación. El ajuste de plantilla puede poner un nuevo ingrediente a la OPA.