El 'acelerón' de las obras del Bernabéu, con un sobrecoste de más de 200 millones, permitiría a Florentino Pérez ponerse una medalla más: la del primer estadio NBA de la historia en España. En esa empresa, el también presidente de la mayor constructora española ACS tiene como gran contendiente a su par de Mercadona, el mismísimo Juan Roig, fanático del baloncesto.
El empresario valenciano destinará 220 millones de su propio bolsillo al nuevo Pabellón del Valencia Basket, en obras desde mediados de 2020. Los grandes responsables del proyecto son el despacho estadounidense de arquitectura Hok y el español ERRE, del que la hija de Juan Roig, Amparo, es socio arquitecto. Fuentes cercanas a la iniciativa de Roig aseguran a este diario que su objetivo de estreno para el nuevo Pabellón sigue siendo "a lo largo de 2023".
A ese mismo año apuntaba el nuevo Bernabéu de Florentino Pérez antes de la pandemia. Sin embargo, el presidente merengue no dejó pasar la oportunidad que dieron las restricciones al público por la covid para apurar las obras y, aún a riesgo de incrementar la deuda, apretó las tuercas para anticipar el estreno a mediados de 2022, señalan a este medio fuentes conocedoras.
El último vídeo promocional del nuevo Bernabéu revela, con una referencia a Los Angeles Lakers, su gran objetivo de traer la NBA a Madrid. Sus socios en la reforma han sido la constructora FCC, los despachos de arquitectura españoles L35 y Ribas&Ribas y el polémico GMP Architekten alemán, y, el más flamante, la multinacional especializada en la explotación de recintos deportivos Legends.
Florentino aprieta en la carrera NBA
El proyecto de Roig nació con la singularidad de aspirar a ser el primer estadio de un club de baloncesto en España preparado para albergar un partido oficial de la NBA. Desde la propia liga estadounidense ya han mostrado su predisposición a que partidos de la competición, en franco deseo de expandirse por Europa, lleguen a disputarse en nuestro país.
Parte del meollo, advirtieron ya desde la NBA a este diario, está en que falta en España un pabellón a la altura de las exigencias técnicas del 'show' de un partido de temporada regular. A todos los que hay les falta, al menos, "un plus, un pasito más" a nivel de conjunto (capacidad de gestión, tecnología, logística de cámaras y televisión, pantallas y videomarcadores, sonido, conectividad y hospitalities), y en especial, en lo relacionado a la interacción con el público, para llegar al nivel de un complejo que permita "la promesa del espectáculo de un partido oficial de NBA".
El más nuevo de los pabellones españoles mejor valorados por la liga estadounidense es el del Herbalife Gran Canaria, que se estrenó en 2011 tras una inversión de 65 millones. El WiZink de Madrid en el que, por ahora, hace de local el propio Real Madrid, se levantó sobre el antiguo Palacio de los Deportes en 2005 tras una inversión de 120 millones.
El Pabellón de Roig, con capacidad para 15.600 personas sentadas y una inversión récord en España para un estadio de baloncesto, aspira a dar un salto tecnológico respecto a todos los anteriores, construyéndose desde cero en un suelo cedido por 50 años por el consistorio valenciano. El complejo del Valencia Basket forma parte de una "iniciativa altruista" del presidente de Mercadona de cara a un multiusos que buscará "posicionar a Valencia en el mundo del entretenimiento".
Por su parte, el nuevo Bernabéu, con una inversión que rebasaría ya los 1.000 millones de euros, se ha propuesto ser "el mejor estadio del mundo". Fuentes cercanas al proyecto aseguran que el objetivo es que todo el complejo esté listo al pleno de su capacidad para el inicio de la temporada 2022/2023.
No será el estadio más grande en capacidad (la reforma se traduciría solo en unas 3.000 localidades más) pero sí aspirará a ser el mejor en calidad y prestaciones: podrá albergar no solo partidos de fútbol sino también de tenis, la NBA e incluso, de la NFL de Fútbol Americano, el deporte que más dinero mueve actualmente en Estados Unidos, además de conciertos, ferias y congresos de diversa índole.
El último en sumarse a la carrera ha sido el presidente del Barcelona, el abogado Joan Laporta, al conseguir autorización de los socios culés para pedir un préstamo de 1.500 millones de cara a reformar el Camp Nou de fútbol y el Palau de baloncesto.
El Espai Barça de fútbol será el estadio más grande de España, el primero en superar los 100.000 espectadores, lo que le pondría al nivel de los más grandes de la NFL en Estados Unidos, tras una inyección de 900 millones de euros. En paralelo, el Palau Blaugrana verá incrementada su capacidad de 10.000 a 15.000 espectadores tras una inversión récord para un pabellón español de 400 millones.
El lastre de sendos proyectos blaugrana es que están en una fase de desarrollo incipiente y no se completarían hasta, por lo menos, "finales de 2025".