"Me maravillan las estimaciones sobre algo que lleva meses y meses de trabajo, cálculos y métricas, cuando ni siquiera se ha divulgado el texto completo, cómo son capaces de hacer estimaciones tan rápidas y en horas", ha ironizado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en rueda de prensa en el Ministerio con los sindicatos en la que ha escenificado el acuerdo con UGT y CCOO sobre la reforma de las pensiones. Las críticas de distintos organismos le parecen "liberaloides" y "viejunas".
"Cuando uno quiere ser riguroso, lleva tiempo y hay que interaccionar con el Ministerio, el Servicio de BBVA no se ha dirigido al Ministerio, veremos dónde estamos cada uno dentro de unos meses con todos los análisis", ha señalado. Y ha contrapuesto el "trabajo estadístico multidisciplinar del Ministerio y la Seguridad Social y UGT y CCOO y sus servicios muy potentes, que han escudriñado y estudiado todo, ponga todo esto en un platillo y en otro los cálculos apresurados, quiero evitar decir la palabra", ha dicho,"oportunistas, sacados con cálculos en el ordenador personal en una casa, no es serio".
Así se ha pronunciado el ministro en alusión a Fedea, que ha publicado este lunes un informe en el que critica la sostenibilidad de la reforma, tras mencionar directamente a BBVA. Estos dos servicios de estudios están en la diana del ministro desde hace meses por sus crítica al método de destacionalización de la afiliación. Las críticas de BBVA a la desestacionalización en 2022 coinciden luego con el nuevo método que ha adoptado el Ministerio en enero. Es decir, el ministro criticaba el año pasado a BBVA y en enero ha adoptado un sistema similar al de este servicio de estudios.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, le ha secundado, pero ha apuntado que a su juicio "no hay falta de rigor, sino que se quieren revestir de técnicos análisis ideológicos, motivados por el puro interés, análisis apresurados, cuando no hay análisis desinteresados en España sobre pensiones en este momento", ha remachado.
Sordo ya había arremetido contra quienes critican la subida de cotizaciones sociales duplicada en el MEI. Ha asegurado que el alza a 1,2 puntos es "absolutamente manejable. Decir que es un impuesto al empleo es una broma, es necesario para dar recursos, no supone ningún riesgo", ha destacado, y ha señalado sobre el destope de las bases máximas y la cuota de solidaridad que "se puede estar a favor o en contra pero no es de recibo vivir de hipérboles, las empresas grandes tienen enormes excedentes. Decir que aleja el talento o que es un impuesto al empleo es una frivolidad, no supone ningún coste al empleo".
En esta línea, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha asegurado que en España "se han ido reduciendo las cuotas empresariales 4 puntos desde 1982 hasta hoy", y ha dicho estar convencido de que no es menos que el destope. "Las cuotas a la Seguridad Social del salario derivado de los trabajadores pagan las fiesta de la Seguridad Social y hay grandes beneficios empresariales en nuestro país", ha destacado.
Dispuesto a discutir con números encima de la mesa
El ministro se ha mostrado "dispuesto a discutir con números encima de la mesa", pero no ha aportado cifras aunque se le ha preguntado dos veces por ello, más allá de asegurar que hay medidas de ingresos y gastos que se compensan y ha insistido en el contenido de un tuit que publicó el viernes en el que justifica la subida de cotizaciones introduciendo el factor salario y productividad y concluyendo que en España hay margen de mejora respecto a otros países.
Según el ministro, hasta seis colegas de otros Estados miembros con gobiernos de coalición se han interesado por la reforma y han subrayado que verían muy difícil sacarla adelante si la llevaran al diálogo social, y ha asegurado que "la Comisión Europea ha aprendido de España" y de los equipos negociadores de la reforma.