Renfe ha ampliado el número de trenes que opera tras el fin del estado de alarma y la entrada en la 'nueva normalidad', pero salvo en el caso de los Cercanías -donde ha recuperado casi el 100%- la oferta del operador ferroviario sigue siendo muy inferior a la habitual. A día de hoy, en Avant y media distancia ronda el 50%, mientras que en AVE y larga distancia se reduce al 30%, según informa la propia compañía.
En este sentido, los sindicatos denuncian la "raquítica" oferta trenes de Renfe pese a la reactivación de la movilidad desde el pasado 22 de junio y el incremento de la demanda. "En la última reunión, les hemos transmitido la necesidad de aumentar la oferta porque se está perdiendo una oportunidad de negocio", indica UGT en conversaciones con Vozpópuli.
"Sabemos que hay viajeros que están pidiendo billetes para viajar y no hay oferta, especialmente en larga distancia", indica el secretario federal del sector ferroviario, Ángel Ruiz. Su homóloga en CCOO, Pepa Páez, coincide en que la política comercial que sigue la compañía es "un tanto extraña", pues "hay poca circulación, con menos trenes, pero no podrán argumentar que van vacíos". "Los trenes viajan completos y hay demanda", aclara.
Ambos sindicatos creen que "en vez de ir incorporando trenes a medida que crece la ocupación, hay que hacerlo antes de que eso ocurra para que sea un reclamo" y los clientes puedan reservar sus asientos. CCOO y UGT comentan que no pretenden que se recupere de inmediato el 100% de la oferta, pero "es necesario ampliarla".
"Un agujero económico enorme"
Al ser preguntada por este asunto, Renfe reconoce que antes de la pandemia se ofrecían casi 100.000 plazas diarias de AVE y Larga Distancia, y desde el 22 de de junio, cuando se reactivó la movilidad en el país y aumentó el número de frecuencias, sólo se ofrecen 30.000 asientos. No obstante, asegura que "está reforzando el número de trenes en algunos puntos concretos durante el fin de semana", e irá ajustando la oferta a la demanda "progresivamente".
En el caso de la media distancia o trenes regionales, donde la oferta media a nivel estatal ronda el 50%, los sindicatos se muestran especialmente críticos al tratarse de "un servicio público". "Son contratos con la Administración que Renfe debe prestar. No entendemos que esté limitado, porque todos los ciudadanos necesitan moverse y tenemos constancia de que los ciudadanos se están viendo obligados a coger su vehículo privado", indica Páez.
Sin embargo, los sindicatos explican que la compañía "ha entrado en unas pérdidas enormes con la pandemia y llevan una idea equivocada de incorporar trenes poco a poco". "Renfe argumenta que irá por detrás de la demanda porque tiene un agujero económico enorme, pero nosotros creemos que eso es ir en contra de los intereses económicos de la empresa. Hay que invertir para ganar", señalan desde CCOO.
El operador ferroviario ha cerrado los cuatro primeros meses del año con unos 'números rojos' de 123 millones de euros debido a la reducción durante los últimos tres meses del 70% de sus frecuencias de AVE y Larga Distancia y la casi nula ocupación por las restricciones a la movilidad. Por eso, la empresa ha acometido un plan de reducción de costes, entre los que se incluyen los laborales.
