Estos días se repiten en redes sociales e informativos las imágenes de personas que recriminan a quienes pasean por la calle el incumplimiento del confinamiento establecido por el Gobierno para reducir la cifra de contagios por coronavirus.
Apelando a la responsabilidad, gritan desde ventanas y balcones que regresen a casa, que no salgan hasta que se cumpla el plazo establecido. Sin embargo en algunos casos, como el de las personas con autismo o trastornos de conducta, salir al exterior está permitido.
El autismo es un trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y a la interacción social, caracterizado por patrones de comportamiento restringidos, repetitivos y estereotipados. Los niños que lo padecen deben salir a la calle todos los días por prescipción médica.
El color azul se ha convertido en la seña de identidad de quienes deben salir a pasear a la calle por prescripción médica. De esta forma buscan no ser increpados por quienes piensan que se están saltando el confinamiento
Para evitar la confusión entre quienes pueden y no pueden salir al exterior, este colectivo ha decidido diferenciarse vistiendo de azul. Quieren así evitar situaciones de mayor presión para quienes padecen este tipo de trastornos.
"Hay padres que salen a la calle porque tienen niños con trastornos de conducta muy graves, por ejemplo los niños autistas. Tienen permiso para salir a la calle, pero les insultan desde las ventanas. A partir de ahora llevarán camisetas azules o un brazalete azul en el brazo", describe un mensaje que se mueve por redes sociales, y que explica esta iniciativa.