El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este martes en el Congreso para explicar su programa de Gobierno y ha reconocido que las pensiones y el agujero de la Seguridad Social suponen uno de los desafíos más importantes que tiene que afrontar su Ejecutivo en esta legislatura. Para lograrlo, ha tendido la mano al resto de formaciones del Parlamento para crear un nuevo Pacto de Toledo capaz de salvar las pensiones españolas vinculándolas de nuevo al IPC.
"Vamos a proponer soluciones", ha señalado contundentemente Sánchez en la tribuna, desde donde se ha propuesto actuar en cuatro ejes concretos: la racionalización del gasto del sistema, la suficiencia de las pensiones, el cierre de la brecha en conciliación y permisos y el refuerzo de la protección de los colectivos más vulnerables del país.
Sánchez no ha concretado qué quiere hacer ni ha puesto medidas específicas sobre la mesa, pero sí ha dejado claro que hay que encontrar "juntos soluciones" para el sistema público de pensiones, una cuestión en la que, ha dicho, "la sociedad no entiende la incapacidad para alcanzar acuerdos".
Volver al IPC
La única medida que, de momento, parece que tiene claro el Gobierno es la de volver a vincular las pensiones al coste de la vida. "La sociedad ha marcado el camino", ha explicado el presidente. Es cierto que el presidente no ha mencionado el IPC expresamente, pero sí ha confiado en que el resto de los grupos se sumen a la idea de actualizar las pensiones en función del coste de la vida.
Hace solo una semana la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, se dio cinco años para encontrar la fórmula que evite el colapso de las pensiones. Tal y como dijo, su obligación es equilibrar el sistema en el año 2022 para que, cuando la generación del baby boom se una a los ya 9,5 millones de pensionistas, el sistema esté saneado.