El Fútbol Club Barcelona apuesta en serio por la Superliga de Florentino Pérez. Se trata, pues, de su potencial tabla de salvación a la crisis financiera que le agobia: La Liga le reclama ahora una rebaja del 75% en el gasto de la plantilla para cumplir con el reglamento financiero del conjunto de clubes del fútbol español.
Si la entidad blaugrana factura hoy por todos los conceptos 700 millones de euros al año, con pérdidas de más de un centenar y una deuda de más de 1.200, la Superliga le promete, de una tajada, 700 millones anuales más variables que le permitirían, además, conservar su principal activo deportivo y económico, Lionel Messi.
No debería sorprender por tanto que Laporta sea hoy de los mayores defensores públicos del proyecto de su archirrival deportivo, Florentino Pérez. Una fuente cercana a la dirección del Barça que prefiere guardar el anonimato apunta que los clubes que se salgan realmente de la empresa de la Superliga, como vienen reclamando La Liga y la UEFA, tendrán que pagar una penalización de hasta 350 millones, en línea con la información avanzada en exclusiva por Vozpópuli el pasado 23 de abril pocos días después de que se anunciara el polémico torneo.
Ni la Superliga ni el Barça habían querido comentar la información a preguntas de este periódico. Fuentes conocedoras señalan que se trata de una cuestión de respeto a las "rigurosas" cláusulas de confidencialidad que rigen el contrato que une, aún hoy, a los doce clubes fundadores del proyecto que ha fracturado al fútbol europeo. Fuentes cercanas a la propia Superliga insisten en que ningún club la ha abandonado pese a los comunicados oficiales de la mayoría de sus miembros.
Multas por abandonar la Superliga
Vozpópuli ha podido cotejar también que un documento de la propia web del Barça reconoce la autenticidad de estas cifras.
"Después de que los 12 clubes que formaron parte inicialmente de la fundación de la competición anunciaran sus intenciones, se produjeron las reacciones del mundo del fútbol y también del mundo político en contra del proyecto", reza el escrito, que se puede encontrar en la web del Barça.
"Estas presiones provocaron que nueve de los 12 'abandonaran provisionalmente' el proyecto "con las responsabilidades económicas que de ello se derivan", una penalización de 350 millones de euros de la que el Barça está exenta, ya que Laporta se reserva la opción de poder salir si los compromisarios no aceptaban participar en esta competición", añade el mismo texto.
Este periódico ha vuelto a consultar al Fútbol Club Barcelona incidiendo en lo anterior, requiriéndole además información extra sobre los términos de la penalización. "Nos remitimos a la información publicada. Sin más comentarios", han respondido finalmente.
Lo anterior implica que los defensores de la Superliga, Madrid, Barça y Juve, interpretan que podrían recaudar 3.150 millones de euros en penalizaciones.
Los 'arrepentidos', a dos bandas y amenazas varias
También se desprende que los nueve clubes que dijeron públicamente que se irían (Liverpool, Chelsea, Manchester United y City, Tottenham, Arsenal, Inter, Milan y Atlético de Madrid) estarían entre la espada y la pared. Y es que los mismos, tras la polémica de la Superliga, se comprometieron con la UEFA a no emprenderla para seguir jugando la Champions y no recibir una penalización potencial de hasta 150 millones de euros.
Sin embargo, el contrato que les ata con la Superliga les obligaría, en caso de romper definitivamente con ella y siempre a tenor de lo que interpretan Florentino y Cía, a pagar 350 millones de euros. Estas multas representan el gran 'as' en la manga de Pérez, Agnelli y Laporta para presionar en todas las direcciones. Es de notar, en este punto, que la propia UEFA abrió la puerta a negociar las condiciones del reparto financiero del fútbol en el futuro cercano.
El préstamo de JP Morgan está supeditado al proceso judicial que los de Florentino han emprendido en Luxemburgo contra la UEFA, y que esperan ganar entre finales de este 2021 y principios de 2022
Como ya informó este medio, el banco de inversión estadounidense JP Morgan ha prometido a la Superliga hasta 4.000 millones de euros -equivalentes al agujero provocado por la covid en todos los clubes- para poner en marcha la competición.
El préstamo, aún vivo, está supeditado al proceso judicial que los de Florentino han emprendido en Luxemburgo contra la UEFA y que esperan ganar entre finales de este 2021 y principios de 2022. Por lo pronto, el ente rector del fútbol europeo se ha visto obligado a suspender el proceso disciplinario abierto contra Madrid, Barça y Juve. La Superliga podría acabar poniéndose en marcha en 2022/2023, el intervalo de fechas en que Pérez planeaba estrenar el torneo desde antes de su anuncio.