Una de las tendencias a las que se agarra el sector inmobiliario español en plena pandemia es la expansión de las viviendas prefabricadas o industrializadas y "energéticamente eficientes", que solventaría dos de los grandes dramas del sector en su intento por liderar la recuperación de la economía postcovid: los plazos de entrega (con potenciales economías de escala) y la imagen de precariedad laboral del ladrillo.
Fuentes del sector ven la actual crisis como una oportunidad para el relanzamiento de este mercado de presencia testimonial en España frente a lo que sucede en países como los escandinavos, Alemania o Reino Unido. El horizonte pasa por que la vivienda industrializada represente el 10% de la nuevas viviendas antes de 2025.
Una de las más activas empresas de este incipiente sector es Homm, de las pocas constructoras de viviendas prefabricadas en España. La constructora, con una fábrica en Seseña (Toledo), ha decidido de primeras centrar su logística en la Comunidad de Madrid, ya que considera que su principal nicho de negocio a corto plazo se encuentra en esta región.
Según ha podido confirmar Vozpópuli, entre sus valedores financieros ocupa un lugar destacado el vizcaíno Javier Ormazábal, presidente del Círculo de Empresarios Vascos que integran entre otros el presidente de la energética Iberdrola, Ignacio Sánchez-Galán, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz San Miguel, y el titular de la empresa de ingeniería y tecnología Sener, Jorge Sendagorta.
Ormazábal es miembro fundador de Aefame (Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi) y el actual titular de Velatia, multinacional de soluciones tecnológicas para distintas industrias con 650 millones de facturación anual y 3.300 empleados que fundó su padre en 1967. Una de las ramas de innovación de esa compañía derivó en lo que hoy es Homm. Ormazábal sigue vinculado a la compañía aunque no es el único inversor, todos ellos españoles, señalan distintas fuentes conocedoras.
Primeros pasos
La empresa comenzó a funcionar en 2016, si bien es en este 2020 cuando más viviendas ha entregado, según informan desde la compañía: 44 casas prefabricadas de 150 metros cuadrados. Fuentes cercanas a la empresa precisan que su fábrica tiene capacidad para 140 viviendas prefabricadas al año y que espera, al ritmo actual, entregar 66-70 viviendas en 2021. Su objetivo es llegar a entregar 200 viviendas prefabricadas al año en el próximo lustro.
Homm tarda tres meses en instalar una vivienda piloto desde la obtención de licencia y entre seis y ocho meses para toda la promoción en función del número de viviendas. Reivindica promociones de mayor calidad (para una gama media-alta) que otras empresas de la competencia, que dicen tardar cuatro meses en tener listas las casas.
La empresa ha pasado de siete empleados en 2017 a un centenar en 2020
"En cuanto a número de empleados, ahora somos 104, de los cuales unos 90 están en fábrica y oficina, lo cual es una gran ventaja para la estabilidad laboral en el mismo entorno. La idea es crecer a unos 120 empleados en los próximos años. Y además calculamos que hemos generado una industria auxiliar del mismo tamaño, de alrededor de 100 personas", señalan desde Homm.
La empresa tenía en 2019 como socio único a Jivelazar XXI, mercantil vinculada a Ormazábal. Según las cuentas de la compañía a las que tuvo acceso este medio a través de Insight View, la constructora pasó de tener nueve empleados en 2017 a 35 en 2018. En 2017 cerró con pérdidas por valor de 1,4 millones, y en 2018, por tres millones. Paralelamente, facturó 800.000 euros en 2017 y 1,5 millones en 2018.