El incombustible empresario Arturo Fernández, presidente de la CEIM y vicepresidente de la CEOE, también está sufriendo los rigores de la crisis económica, aunque su barco de 3.000 empleados, que reparte por restaturantes, hoteles, servicios de cátering, clubs de campo y hasta colegios (tiene tres concertados) aguanta bastante bien. No es el caso del restaurante de lujo El Amparo, situado en el exclusivo callejón madrileño de Puigcerdá, en pleno barrio de Salamanca, que cerrará sus puertas el próximo día 29.
La crisis se llevará por delante el menú de 90 euros y con él las ‘cigalas salteadas con raviolis de queso, miel y romero’, el ‘foie asado con jugo de trufas’ o el ‘rape con civet de pulpito y ajoblanco', que son algunas especialidades de la casa. Arturo bajará las persiana y "dará vueltas" a su siguiente negocio, pues el local es de su propiedad. Con el cierre se ahorra 17.000 euros al mes.
Se calcula que sobran en España alrededor del 20 por ciento de los restaurantes. Incluso los de lujo, como El Amparo, están siendo víctimas de los recortes de gasto de las empresas: menos comidas de trabajo y menús más económicos. Además, el presidente de la CEIM también acometerá un ERE temporal en IFEMA, donde emplea a 330 personas, pero no se perderán puestos de trabajo.
