Los líderes políticos eligen para las comparecencias más solemnes el vestíbulo del nº 36 de la Carrera de los Jerónimos, una enorme sala de la que cuelgan los retratos de los reyes de España, el cuadro de Juan Genovés, “El abrazo”, considerado uno de los símbolos pictóricos de la Transición, los bustos de los presidentes de la II República, Manuel Azaña y Niceto Alcalá Zamora, el de la precursora del voto femenino en España, Clara Campoamor... Y la tienda del Congreso.
Días atrás, durante las comparecencias de Mariano Rajoy y Albert Rivera para anunciar el posible acuerdo entre PP y Ciudadanos para que esta formación vote ‘sí’ a la investidura del candidato popular, las placas que orientan al visitante hacia la tienda de la Cámara Baja, situada justo a la espalda de los políticos que comparecen en tan magno escenario, tenían pegado con celo fotocopias que daban cuenta de las “ofertas de verano 2016”, en concreto tres relojes con un precio de 40, 25 y 5 euros, respectivamente, en que aparecía tachado éste último, se supone que por haberse agotado las existencias.
Los precios oscilan entre los 400 euros que cuesta una edición facsímil de la Constitución Española de 1978, y el euro que cuesta un lápiz o un pin
La tienda del Congreso es un lugar abierto al público en el que los visitantes pueden encontrar recuerdos y objetos personalizados con motivos históricos y artísticos de la Cámara. En total, más de cincuenta objetos a la venta, desde artículos de escritorio, como pisapapeles, portalápices, reglas, cuadernos o tacos de papel para tomar notas, hasta pañuelos, corbatas, gemelos, camisetas, abanicos, pulseras, fundas para gafas, gamuzas para limpiarlas, delantales, pendrives… y relojes. A destacar las bandejas de cristal que reproducen la alegoría de El Tempo de las Leyes, que decora el techo de la Biblioteca de la Cámara, o la que representa la bóveda del Salón de Sesiones. Los precios oscilan entre los 400 euros que cuesta una edición facsímil de la Constitución Española de 1978, y el euro que cuesta un lápiz o un pin. Ahora, además, han llegado las rebajas.