Las grandes fortunas árabes han puesto el ojo en Extremadura. Es habitual que toreros, políticos y empresarios adquieran fincas extremeñas tanto para sus negocios como para su esparcimiento y el emir Mohamed bin Rashid Al Maktum, primer ministro, vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos y monarca árabe más rico del mundo, no podía ser menos.
El jeque dispone de fincas por todo el mundo, desde Estados Unidos a Australia pasando por Escocia
Por curioso que pueda parecer, el amor por Extremadura de bin Rashid tiene explicación y responde a la pasión que tiene por la cría de caballos de pura sangre y de carreras que le ha llevado a adquirir establos y fincas por todo el mundo. De hecho, ésta es la tercera que posee en Badajoz, ya que dispone de otras dos en Llerena y en Zapatón y que se suman a una vasta colección de inmuebles repartidos por todo el mundo y que van desde Estados Unidos a Australia pasando por Escocia.
Tan ilustre personaje ha llegado a Badajoz en la tarde de este miércoles para conocer en persona la finca que ha adquirido en Olivenza y, como no podía ser de otra manera, ha sido recibido por una comitiva encabezada por el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara y que ha contado también con el alcalde Badajoz, Francisco Javier Fragoso, la delegada del Gobierno, Cristina Herrera, y el expresidente José Antonio Monago.
Organización de raids internacionales
Al parecer, el acaudalado emir, uno de los hombres más ricos del planeta, ha comprado la finca municipal de las Arenosas para organizar raids hípicos internacionales, carreras de resistencia de hasta 200 kilómetros a caballo. La compra ha supuesto una inversión al magnate de entre 2 y 3 millones de euros y, según la prensa extremeña, las negociaciones entre la familia real dubaití y la administración de Extremadura se llevaron a cabo a través del empresario jordano Ahmad Al Khatib Aiesh, dueño del matadero de Olivenza.
Bin Rashid, uno de los nombres más influyentes dentro del mundo de la cría, proporciona unas atenciones probablemente desmedidas a sus caballos: los baña con agua mineral, durante los descansos de las pruebas los protege en una carpa con ventiladores y también pone fisioterapeutas a su disposición.
Coronado emir en 2006, bin Rashid se ha mostrado como un líder visionario que ha transformado su ciudad en el centro turístico más lujoso del mundo y ahora ha fijado en Extremadura su nuevo centro de inversiones.
