Quien diga que los Consejos de Ministros son aburridos miente. Sirva de botón de muestra lo ocurrido ayer viernes, con la estelar actuación ( "Jamón jamón", se llama la película) del ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, acompañado por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, convertida involuntariamente en una especie de azafata del Un, dos, tres, responda otra vez.
El momentazo se produjo cuando al carismático Cañete le llegó el turno de explicar el etiquetado de las cuatro denominaciones comerciales del jamón ibérico, tema no demasiado apasionante a priori. "Va a ser muy sencillo", prometió el responsable de Agricultura, quien, para facilitar a los españoles la tarea de asimilar que no todos los cerdos son iguales, decidió llevarse a la rueda de prensa una muestra de cada una las cuatro bridas de etiquetado.
Tras explicar la primera brida, la de color negro (jamón de bellota 100% ibérico), en el vídeo de la intervención podemos apreciar cómo Cañete decide pasársela a la 'vice', sentada a su derecha. Con cierta sorpresa, Soraya coge la brida, la mira, mira a su compañero, vuelve a mirar la brida y vuelve a mirar a Cañete. Ahí es donde se produce la transformación de vicepresidenta a azafata de concurso.
Para cuando apareció en escena la segunda brida, de color rojo ("bellota ibérico pero no 100%", dijo el ministro), Soraya estaba ya tan metida en el papel de auxiliar que apoyaba las explicaciones del ministro con gestos dirigidos a los allí presentes, los periodistas que pudieron presenciar la explicación en vivo. Hizo más la 'vice': intentó coger ella misma la segunda etiqueta, frustrada porque Cañete, tan enfrascado estaba en que entendiéramos bien las diferencias entre jamones, no se dio cuenta y la dejó encima de la mesa. No pasa nada, la vicepresidenta es una mujer resuelta y recogió ella misma el testigo.
La tercera brida, de color verde (cebo de campo ibérico), no dio tanto juego, así que nos la saltamos, igual que la de color blanco (cebo ibérico).
Tras poco más de un minuto para explicar tan complejo sistema, Cañete concluye: "Con esto va a ser facilísima la identificación de un jamón, porque se coloca la brida, no se puede eliminar, todas tienen trazabilidad, tienen sus códigos de barras [Soraya inspecciona la etiqueta para comprobar que, efectivamente, el código de barras está ahí y asiente efusivamente] y tenemos garantizada la trazabilidad de jamón, la identidad del jamón [levantamiento de cejas de asombro de la 'vice'] y una información facilísima para los consumidores".
Otro de los momentos cumbre ("has estado cumbre, ministro", que diría Javier Arenas) llegó cuando Arias se encargó de recalcar que el Gobierno hará "una defensa a ultranza y muy clara de la raza ibérica", explicando que esta norma responde a la necesidad de un sector que estaba "muy preocupado por la desaparición de lo ibérico". Está claro: cosas de la raza. ¿A que ahora sí se entiende todo...?