Los reyes de España, don Felipe y doña Letizia, mantuvieron el miércoles en el Pardo un encuentro con una representación de las personas que participaron en el despliegue de seguridad y servicios del día de la proclamación de Felipe VI. El rey recordó en su discurso a los que faltaban por culpa del terrorismo, mensaje que caló entre los asistentes. Ana Botella estuvo correcta y todos los consultados por este Buscón coinciden que el ministro del Interior, Jorge Fernández, estuvo largo, farragoso “y hasta pesado”.
Una de las representaciones más numerosa fue la del Ayuntamiento de Madrid, con cerca de 70 políticos y empleados de diversos servicios. Al terminar los discursos los reyes quisieron hacer el clásico paseíllo por todos los corros para mantener un rato de conversación con los 250 presentes. Pero los móviles y el deseo de todos de hacerse fotos con la pareja real hizo que ese ya tradicional recorrido se convirtiera en un posado fotográfico total.
En un momento, las mujeres policías nacionales y municipales se quisieron hacer una foto solas con la reina. El rey también quiso posar, pero doña Letizia le paró: “Esta es una foto sólo de mujeres”, le dijo. Luego, una vez tomada esa instantánea, se hicieron otra con la pareja real.
El vino español fue ‘modelo crisis’, sencillo, con poco canapé, algo que se viene repitiendo desde que la recesión se instaló en España en todo tipo de festejos.
El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Enrique Núñez, invitó al rey a visitar, como hizo su padre, el Parque nº5, donde don Juan Carlos fue homenajeado con una paella cuando aún era príncipe. Don Felipe prometió que irá a ver a los bomberos de Madrid a ese parque.
El rey contó en un corrillo a unos bomberos que durante los años en los que estuvo en Canadá fue voluntario en uno de los parques cercanos al lugar donde estudiaba y mostró su admiración por su trabajo.
